Daniel Noboa rompió su silencio oficial, tras casi cuatro días desde que la policía irrumpiera en la sede diplomática mexicana en Quito para violar el derecho de asilo del ex vicepresidente Jorge Glas.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ofreció este lunes una explicación a la comunidad internacional acerca de su orden de violar la inmunidad de la embajada de México en Quito y detener por la fuerza al expresidente ecuatoriano Jorge Glas, asilado en esos predios diplomáticos.
Su discurso apeló a artículos de varias convenciones internacionales como Viena, Caracas y Montevideo como respaldo para "cumplir con los dictámenes de la justicia" y no permitir el asilo "a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes graves".
A criterio de Noboa, la policía debía actuar con violencia para evitar "el riesgo inminente de fuga", como ya pasó antes, en referencia a otros líderes de la oposición asilados en el extranjero.
“Ecuador es un país de paz, que respeta a todas las naciones y el derecho internacional”, aseguró el jefe de Estado, electo hace pocos meses, y consideró equivocados a los grupos políticos que lo criticaron durante estos tres días de silencio oficial sobre el tema.
Tales grupos ponen sus intereses "por encima de la soberanía, dignidad y la justicia", afirmó Noboa, en referencia directa al Movimiento Revolución Ciudadana (RC), al que pertenece Glas y el expresidente Rafael Correa.
De acuerdo con su declaración, la mayoría de los ecuatorianos votará por la dignidad nacional en la consulta popular del 21 de abril, lo cual molesta a la oposición y por eso lo criticaron.
Sobre el reclamo de México y la indignación de otros países en la región, el presidente se declaró "dispuesto a resolver cualquier diferencia", pero insistió en que la justicia no se negocia.
Desde su perspectiva, Ecuador “jamás protegería a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”, y con tal comparación justificó sus acciones y desestimó el escándalo internacional desatado, así como las posibles sanciones.
Al Mayadeen Español