El presidente venezolano Nicolás Maduro pidió a Estados Unidos que no interfiera en los asuntos internos de su país, luego de que Washington no reconociera al mandatario como ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
"Ahora sale Estados Unidos a decir que Venezuela tiene otro presidente", dijo Maduro durante una alocución en el Palacio de Miraflores.
"Estados Unidos debe sacar sus narices de Venezuela, porque el pueblo soberano es el que manda en Venezuela, el que pone, el que elige, el que dice, el que decide", afirmó Maduro.
Maduro hizo este comentario en referencia a la postura del Departamento de Estado de Estados Unidos, que no reconoció el triunfo electoral del presidente venezolano debido a lo que considera supuestas "irregularidades" y "defectos" en el proceso electoral y en la jornada de votación.
"Está claro para Estados Unidos y, lo que es más importante, para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia obtuvo el mayor número de votos en las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio", se lee en el comunicado firmado por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
"Felicitamos a Edmundo González Urrutia por el éxito de su campaña", agrega el documento.
Según Washington, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela no presentó pruebas de la victoria de Maduro
.Horas antes, Maduro anunció que comparecerá este 2 de agosto ante el Tribunal Supremo de Justicia, luego de ser citado para la investigación que realizará ese organismo sobre los resultados electorales.
En las elecciones del pasado 28 de julio, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela y candidato por la coalición Gran Polo Patriótico (izquierda), obtuvo 51,2% de los votos, contra el 44,2% de Edmundo González Urrutia, de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD, centro), según informó el Consejo Nacional Electoral. Tras los comicios, la PUD desconoció los resultados y anunció como "presidente electo" a González.
La respuesta de los líderes latinoamericanos ha sido diversa. Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay se negaron a reconocer la reelección de Maduro, lo que provocó por parte de Caracas el anuncio del retiro inmediato del personal diplomático de esos países.
Otras naciones, entre ellas Brasil, España, México y Colombia, evitaron declaraciones contundentes, pero insistieron en la verificación de los resultados electorales "mesa por mesa".
SPUTNIK