El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio su última conferencia de prensa al frente del Poder Ejecutivo del país latinoamericano, ejercicio que llevó a cabo desde diciembre de 2018, cuando arrancó su Gobierno.
"Me voy muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos, mujeres, hombres, cosa que agradezco de todo corazón. Me dediqué a servir al pueblo; me siento muy orgulloso, muy contento, que atendimos, escuchamos y respetamos a todos, pero le dimos preferencia a los más necesitados", aseveró.
El mandatario mexicano rescató que, como muestra de ello, se vio una reducción en la pobreza, sumado al aumento al salario mínimo.
"No se permitió la corrupción y no hubo lujos en el gobierno, lo que permitió mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la mayor parte de los mexicanos", apuntó.
Durante todo su sexenio, el presidente mexicano realizó 1.438 conferencias de prensa. El 1 de octubre, entregará el poder a Claudia Sheinbaum, jefa de Estado electa, quien continuará con esta acción.
En estas actividades, más conocidas como mañaneras, trató temas de diversa índole, desde cuestiones económicas y sociales en México, hasta eventos de orden geopolítico, como los diversos llamados a la paz en el conflicto en la Franja de Gaza, o en insistir tanto a Naciones Unidas como a Estados Unidos en apoyar a la población que abandona sus países de origen por las guerras, violencia y falta de oportunidades, entre otras razones.
En su mayoría, las ruedas de prensa de López Obrador se llevaron a cabo de lunes a viernes. No obstante, en eventualidades de gravedad, como la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo (centro de México), se organizaron en fines de semana.
SPUTNIK