Cientos de personas protestaron en numerosos barrios de Damasco, la capital siria, por el incendio de un árbol de Navidad, en la ciudad de Hama, al centro del país.
Dos semanas después de la caída del gobierno de Bashar al-Assad, los manifestantes se reunieron espontáneamente desde diferentes barrios y marcharon por las calles de Damasco hacia la sede del Patriarcado Griego Ortodoxo en Bab Sharqi, donde expresaron su descontento y temores y exigieron respeto los derechos de los cristianos.
Uno de los participantes denunció a la AFP el sectarismo e injusticia contra los cristianos bajo el nombre de acciones individuales. "O vivimos en un país que respeta nuestra creencias y seguros como antes, o nos abren la puerta al asilo de la iglesia para que podamos irnos al extranjero", remarcó.
Algunos manifestantes portaban cruces de madera, mientras otros izaban la bandera adoptada por las nuevas autoridades.
Las marchas comenzaron después de la difusión de un vídeo en redes sociales que mostraba a combatientes enmascarados prendiendo fuego a un árbol de Navidad en la ciudad de Suqaylabiya, en la gobernación de Hama y de mayoría cristiana ortodoxa.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que los autores del acto vandálico eran extranjeros y pertenecían a la facción yihadista Ansar al-Tawhid.Las nuevas autoridades sirias confirmaron el respeto por los derechos de las minorías y la libre práctica de sus rituales. Asimismo, naciones occidentales también estipularon que aceptar a las minorías e involucrarlas en el nuevo proceso político es condición para levantar las sanciones a Siria y eliminar a Haytha Tahrir al-Sham de la lista de organizaciones "terroristas".
AlMayadeen