La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, podría desencadenar una guerra en Transnistria, alertó el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia. Lo hizo después de que la mandataria urgiera la elaboración de una operación militar para tomar el control de Transnistria y un plan para retirar al contingente de pacificadores rusos.
"Nadie puede garantizar que la presidenta moldava no trate de desatar una guerra real en la región", indicó en un comunicado el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso).
De acuerdo con la entidad, muchos observadores se preguntan cuánto más soportará el pueblo moldavo los experimentos que hace la rumana Sandu con ellos, muchos de los cuales se vieron involucrados o recuerdan bien los combates que se libraron en ese territorio en 1992.
El SVR develó también que Sandu exigió tomar por asalto la central termoeléctrica de Cuciurgan ubicada en el territorio de Transnistria, instalación que abastece de electricidad casi por completo a toda Moldavia.
La planta funciona con gas procedente de Rusia, el cual llega a Transnistria a través del territorio de Ucrania. Las autoridades de Kiev se niegan a prolongar el tránsito del gas ruso desde el 1 de enero de 2025, lo que dejaría sin el combustible a la central termoeléctrica de Cuciurgan.De acuerdo con datos de la inteligencia rusa, la presidenta moldava se niega a debatir este tema con el Gobierno ucraniano.
La historia de la república rebelde de Transnistria se remonta a 1992, cuando varios distritos de la ribera oriental del río Dniéster, de población mayoritariamente rusohablante, se rebelaron contra el Gobierno central y proclamaron la República Moldava de Transnistria, por temor a que Moldavia se fusione con la vecina Rumania tras la desintegración de la Unión Soviética.
La capital moldava, Chisináu, respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que provocó un conflicto armado que se prolongó por varios meses.
Actualmente, Transnistria es un territorio fuera del control de Chisináu, con todos los atributos de un Estado, incluida su propia moneda. El mantenimiento de la paz en la zona del conflicto corre a cargo de la Comisión de Control Conjunta y un contingente militar mixto con pacificadores de Rusia, Moldavia y Transnistria. La república rebelde insiste en obtener la independencia, pero Moldavia se niega, ofreciendo a cambio una amplia autonomía.
SPUTNIK