La semana pasada, Irán inauguró el Ferrocarril Rasht-Caspio, parte del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (CITNS), que conecta el Golfo Pérsico con el Mar Caspio por ferrocarril.
El ferrocarril de 37 kilómetros, que forma el último segmento del CITNS, conecta la capital provincial de Rasht con el puerto de Anzali en el Mar Caspio, ampliando las relaciones de Irán con sus vecinos del norte, a saber, Rusia, Kazajistán, Azerbaiyán y Turkmenistán.
El CITNS de 7.200 kilómetros integra una red de rutas ferroviarias, marítimas y por carretera para facilitar el movimiento de mercancías en India, Irán, Azerbaiyán, Rusia, Asia Central y Europa. Forma un vínculo vital entre el Océano Índico, el Golfo Pérsico, el Mar Caspio y el Mar Báltico.
El ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano, Mehrdad Bazrpash, dijo en la ceremonia de inauguración que el proyecto del ferrocarril Rasht-Caspio es un acontecimiento sin precedentes en la historia de Irán.Tiene capacidad para transportar hasta 600.000 pasajeros al año y siete millones de toneladas de mercancías, ampliables hasta 10 millones de toneladas.
El proyecto, sin embargo, no es simplemente una pieza de un corredor de transporte, donde los trenes circularían arriba y abajo por la extensión de Irán. Es más bien un motor de actividades económicas y un catalizador en la creación de centros logísticos y de distribución de mercancías, que generarán valor agregado a lo largo del corredor y aumentarán la capacidad de tránsito y los ingresos del país.
El ferrocarril Rasht-Caspian es el ramal central del CITNS, cuya finalización también pone en funcionamiento el ramal oriental del corredor a través del ferrocarril Sarkhs-Inche Broon en la frontera con Turkmenistán.Sólo queda por completar el ramal occidental y final del corredor de Rasht a Astara, en la frontera con Azerbaiyán, para lo que será necesario construir 162 kilómetros de vía férrea.
En mayo de 2023, Rusia e Irán firmaron un acuerdo para construir el ferrocarril en un plazo de 48 meses. Los rusos se comprometieron a aportar 1.600 millones de euros necesarios para completar el proyecto. Azerbaiyán dice que ya completó la ruta de su lado.
A la inauguración del ferrocarril Rasht-Caspian el 20 de junio asistieron Igor Levitin, asistente del presidente ruso, el gobernador del oblast ruso de Astarajan, Igor Babushkin, y el viceprimer ministro de Azerbaiyán, Shahin Mustafayev.
El ministro de Carreteras, Bazrpash, se refirió al interés especial del difunto presidente Ebrahim Raisi en completar proyectos de transporte con Rusia y dijo que seguía periódicamente su implementación y progreso.
El ferrocarril, afirmó, es uno de los proyectos “estratégicos” entre Irán y Rusia, que se está llevando a cabo a un ritmo rápido.
Rusia e Irán están construyendo una nueva ruta comercial transcontinental que está fuera del alcance de cualquier intervención extranjera. Ambos países están sujetos a sanciones occidentales que los han llevado a mirar el uno hacia el otro y hacia el Este.
El nuevo paso de 3.000 kilómetros se extiende desde el extremo oriental de Europa hasta el Océano Índico, a lo largo de ríos y ferrocarriles unidos por el Mar Caspio.Irán y Rusia están gastando miles de millones de dólares para acelerar la entrega de cargamentos a través del corredor, según Bloomberg News, con el objetivo de “proteger los vínculos comerciales de la interferencia occidental y construir otros nuevos con las gigantescas economías de rápido crecimiento de Asia”.
ALMANAR