El grupo de resistencia palestino aseguró que negociadores de EE.UU. favorecieron a Israel en una nueva propuesta de alto el fuego en Gaza, que según el secretario Blinken fue aceptada por Netanyahu.
En un contundente mensaje, Osama Hamdan, alto funcionario de Hamás, refutó las declaraciones del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, acerca que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, había aceptado una nueva propuesta de alto el fuego en Gaza, que ha sufrido el asedio de las bombas israelíes durante más de 10 meses.
Hamdan señaló que este nuevo acuerdo "plantea muchas ambigüedades" porque "no es lo que se nos presentó ni lo que acordamos" el pasado 2 de julio.
"Cuando Blinken dice que los israelíes están de acuerdo y luego los israelíes dicen que hay una propuesta actualizada, eso significa que los estadounidenses están sujetos a la presión de Israel y no al revés. Creemos que es una maniobra que da más tiempo a los israelíes", dijo Hamdan a la agencia de noticias Reuters este lunes.
Y añadió que el grupo de resistencia palestino ya les había informado a los mediadores que "no necesitamos nuevas negociaciones de cese del fuego en Gaza" sino que "necesitamos acordar un mecanismo de implementación".
En esa línea, Hamás sostiene que ya había aceptado la propuesta anterior del presidente de EE.UU., Joe Biden, para poner fin a la ofensiva en Gaza, así como la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso, el grupo destaca que Netanyahu se niega a ceñirse al plan original de Biden y se ha dedicado a poner obstáculos para su implementación.
Hamás insiste en "un alto el fuego permanente y una retirada integral (de Israel) de Gaza", y subraya que en contraposición Netanyahu pretende mantener las fuerzas de Tel Aviv en varios lugares estratégicos dentro del enclave asediado.
El aliado de Occidente Jordania, familiares de los rehenes y partidarios del acuerdo de alto el fuego que protestaron en Tel Aviv durante la visita de Blinken, además de Hamás, han pedido que se presione a Netanyahu para que se logre un acuerdo.
Netanyahu estableció “nuevas condiciones”, dice Hamás
Las declaraciones del portavoz de Hamás reaccionaron al anuncio de Blinken acerca de que Tel Aviv había aceptado una nueva “propuesta de transición” para superar las diferencias que retrasan el alto el fuego y la liberación de los rehenes israelíes en Gaza. Blinken también le pidió a Hamás que hiciera su parte y aceptara el acuerdo, sin especificar si se habían abordado las preocupaciones planteadas por el grupo de resistencia.
En declaraciones a periodistas en Tel Aviv, Blinken dijo que el plan que Netanyahu aceptó "refleja lo que está en el acuerdo de alto el fuego que el presidente Biden presentó ante el mundo" el 31 de mayo. "Ahora le corresponde a Hamás hacer lo mismo, y luego las partes, con la ayuda de los mediadores”, añadió.
Netanyahu no ha comentado oficialmente si ha aceptado o no la propuesta que Blinken anunció.
Por su parte, Hamás dijo que Netanyahu se ha retractado de la propuesta original de Estados Unidos debido “especialmente a su negativa a un alto el fuego permanente, una retirada completa de Gaza y su insistencia en continuar la ocupación del cruce de Netzarim (que separa el norte y el sur de Gaza), el cruce de Rafah y el corredor de Filadelfia (en el sur)".
"También estableció nuevas condiciones en el archivo de intercambio de rehenes y se retractó de otros términos, lo que obstruye la finalización del acuerdo", detalló Hamás en un comunicado.
El grupo de resistencia añadió que está perdiendo la fe en Estados Unidos como mediador, acusando a los negociadores de Washington de favorecer a Israel con respecto a nuevas demandas que Hamás dice que no son viables.
Por su parte, Hamdan aclaró que el nuevo jefe político y negociador de Hamás, Yahya Sinwar, siempre ha formado parte del proceso de toma de decisiones en las conversaciones de alto el fuego en Gaza.
"Debido a las condiciones de seguridad, la comunicación con Sinwar tiene herramientas y mecanismos en su lugar, pero están funcionando sin problemas", agregó Hamdan en una entrevista con Reuters.
Durante meses, Estados Unidos, Qatar y Egipto han liderado un gran esfuerzo diplomático por garantizar un cese del fuego en Gaza. Sin embargo, hasta el momento no hay resultados.
Blinken llegó este martes a Egipto, donde se espera que las conversaciones de alto el fuego se reanuden. También dijo que luego irá a Qatar.
La guerra genocida de Israel
El Gobierno de Biden, que ha proporcionado un apoyo sin límites a Tel Aviv, enfrenta una creciente presión interna por la ofensiva Gaza. Mientras Blinken vistaba Israel, hubo una protesta masiva a favor de Palestina frente a la Convención Nacional Demócrata en Chicago, antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Estados Unidos es, por mucho, el mayor proveedor de armas a Israel, y más del 70% de sus importaciones de armas proceden de EE.UU., según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
Las armas de fabricación estadounidense fueron fotografiadas varias veces en ataques israelíes en Gaza, aunque las autoridades estadounidenses se han negado a confirmarlo.
Estados Unidos nunca se abstiene de armar a Israel, a pesar de las alarmantes bajas civiles en Gaza. Washington entrega a Israel 3.800 millones de dólares anuales en subsidios militares y a menudo protege a su aliado en las Naciones Unidas.
Tel Aviv, acusada de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, ha matado a casi 40.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a más de 92.000 personas más. Miles han perecido bajo los escombros de las casas bombardeadas, mientras que unos 10.000 palestinos han sido secuestrados por las tropas israelíes.
Un grupo de aproximadamente 45 médicos, cirujanos y enfermeras estadounidenses que han trabajado como voluntarios en Gaza desde octubre pasado dicen que el número probable de muertos por la guerra genocida de Israel "ya es superior a 92.000".
Según un estudio publicado en la revista Lancet, los efectos acumulados de la guerra de Israel en Gaza podrían hacer que el número real de muertos supere las 186.000 personas.
TRT