Los Gobiernos de Catar y Egipto habrían amenazado al movimiento palestino Hamás con una serie de acciones contra sus dirigentes y militantes si el grupo de resistencia no aceptaba el plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para la Franja de Gaza, reportó este 8 de junio el periódico 'The Wall Street Journal'.
Sin embargo, la presión habría sido contraproducente, ya que uno de los máximos dirigentes de Hamas, Ismail Haniyeh, aseguró que la organización no aceptará el plan de Biden porque no contempla un fin definitivo de la ofensiva militar israelí ni garantiza la seguridad de los palestinos.
De acuerdo con el medio, funcionarios de Doha y El Cairo han comunicado a los dirigentes de Hamás en los últimos días que se enfrentarían a posibles detenciones, congelación de sus activos, sanciones y expulsión de su refugio en Doha si no aceptan un alto el fuego con Israel.
Las amenazas, afirma el diario, citando a funcionarios de Washington, se hicieron a instancias de la Administración Biden, que está buscando una forma de convencer a Hamás para que llegue a un acuerdo, algo que el presidente Biden necesita en un año electoral en el que busca su reelección.
Las presiones, sin embargo, parecen no haber funcionado. El jefe del Buró Político de Hamás, Ismail Haniyeh, afirmó el 8 de junio que el movimiento no aceptará ninguna propuesta si no garantiza ante todo la seguridad del pueblo palestino.
"Si la ocupación cree que puede imponernos sus decisiones por la fuerza, está delirando", dijo Haniyeh, según un reporte de la televisora Al Mayadeen.
Haniyeh declaró que Israel sigue masacrando al pueblo palestino, ahora en Nuseirat y Deir al Balah, pero subrayó que el pueblo de Palestina no se rendirá y la resistencia seguirá defendiendo sus derechos contra la ocupación.
"El mundo calificó a la ocupación de asesina de niños, pero no puso fin al genocidio que sufre nuestro pueblo", dijo Haniyeh.
El jefe del Buró Político de Hamás añadió que Israel fracasó militarmente, cayó políticamente y es inmoral. Además, hizo hincapié en la necesidad de que el mundo se movilice contra Tel Aviv, e instó al "pueblo libre de la nación y del mundo a levantarse contra estas monstruosas masacres y el martirio de decenas de civiles".
La propuesta de Biden, presentada el pasado 31 de mayo, consta de tres fases. Comenzaría con un alto el fuego de seis semanas en el que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se retirarían de las zonas pobladas de Gaza. También habría un "aumento" de ayuda humanitaria, así como un intercambio de algunos rehenes en poder del grupo armado palestinos por prisioneros palestinos en Israel.
El acuerdo conduciría eventualmente a un cese permanente de hostilidades y a un plan de reconstrucción para Gaza.
El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ha aceptado el plan y, según un informe de inteligencia de la CIA revelado esta semana, el líder israelí podría desafiar a Estados Unidos y no elaborar un plan de posguerra para Gaza.
Hamás había dicho en un principio que veía "positivamente" la propuesta por su llamado a un alto el fuego permanente, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza, la reconstrucción y el intercambio de prisioneros.
El grupo afirmó en aquel momento que estaba dispuesto a "abordar de manera positiva y constructiva" cualquier propuesta centrada en un alto el fuego permanente, siempre que Israel "declare su compromiso explícito con ello".
SPUTNIK