El quinto y último debate antes de las elecciones presidenciales anticipadas del 28 de junio en Irán se celebró el martes por la tarde.Por: Alireza Akbari
El quinto y último debate televisado antes de las elecciones presidenciales anticipadas del 28 de junio en Irán se celebró el martes por la tarde con la participación de seis candidatos que compiten por el máximo cargo ejecutivo.
El tema del debate fue hacer eficiente al gobierno, al que siguió otros cuatro debates la semana pasada que se centraron en temas de política económica, social, cultural y exterior, respectivamente.
El debate se abrió con las declaraciones del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, quien enfatizó la importancia de la “integridad moral” entre los seis candidatos presidenciales.
Durante el debate dividido en tres segmentos, los candidatos participaron en interesantes discusiones sobre estrategias socioeconómicas en las dos primeras partes, y el segmento final proporcionó a cada candidato seis minutos para pronunciar sus comentarios finales, haciendo el último esfuerzo para ganar el electorado.
En el segmento inicial del debate presidencial del martes, la atención se centró principalmente en las prioridades económicas de los candidatos para cumplir con las expectativas, y cada candidato aprovechó la oportunidad para delinear su visión del crecimiento económico, ofreciendo un vistazo a sus estrategias para abordar cuestiones urgentes
Amir Hosein Qazizade Hashemi, exlegislador y director de la Fundación de Asuntos de Mártires y Veteranos, enfatizó la importancia de la prestación de asistencia social y la expansión económica como soluciones clave a los desafíos económicos de la nación.Detalló su plan para igualar los salarios con las crecientes tasas de inflación, apoyar las iniciativas matrimoniales, continuar las políticas del presidente Seyed Ebrahim Raisi en el sector inmobiliario, liberalizar las importaciones de automóviles, completar proyectos inacabados, mejorar el papel de las mujeres en la sociedad, apoyar a la comunidad de discapacitados y combatir la corrupción.
Alireza Zakani, alcalde de Teherán y exlegislador, reafirmó su compromiso de defender la Constitución del país y garantizar la distribución justa de la riqueza en todo el país.
Describió paquetes de apoyo para varios sectores, incluidos energía, vivienda, salud, seguridad alimentaria, bienestar, creación de empleo, seguridad laboral y facilitación de matrimonios para reforzar el bienestar público.
Said Yalili, ex negociador nuclear y jefe del máximo organismo de seguridad, identificó la estabilidad monetaria y la creación de empleo como las principales prioridades de su gobierno.Destacó el potencial no aprovechado de las zonas rurales, comparándolas con “células saltarinas”, y abogó por apoyar a los agricultores mediante subsidios para aliviar las privaciones.
Yalili también subrayó el papel fundamental de las mujeres en la sociedad, vinculando su empoderamiento con el crecimiento nacional.
El eministro del Interior, Mostafa Pourmohamadi, subrayó la importancia del crecimiento económico y la estabilidad, afirmando que “la producción es la columna vertebral de la economía”.
Prometió restaurar la estabilidad del mercado de capitales en el plazo de un año y enfatizó la eliminación de los obstáculos a la producción, la promoción de la estabilidad del mercado y la reforma del sistema burocrático mediante la introducción de un “gobierno electrónico”.
El presidente del Parlamento, Mohamad Baqer Qalibaf, advirtió contra las amenazas externas a la paz y la seguridad de Irán y prometió dar prioridad a los “esfuerzos de consolidación de la paz”.
Prometió buscar todas las vías para la solución de problemas y esbozó sus planes concretos para abordar los desafíos económicos del país y esforzarse por salvaguardar los intereses del pueblo.
Maud Pezeshkian, exministro de Salud y alto legislador, destacó la necesidad de abordar las causas profundas de los problemas económicos, optando por reducir la división entre el gobierno y el pueblo, promoviendo la toma de decisiones basada en expertos y fomentando la transparencia.
Hizo hincapié en la importancia de la creación de consenso y la unidad para abordar los problemas económicos, posicionando a su gobierno como uno que escucha las voces del pueblo y prioriza la cooperación sobre la discordia.
En el segundo segmento del debate de cuatro horas, la atención se centró en las expectativas económicas del pueblo iraní respecto a su futuro presidente.Una encuesta de campo reciente realizada por la IRIB (la Radiodifusión de la República Islámica de Irán) reveló que las principales prioridades para la gente incluyen tratar los desafíos económicos, mejorar los programas de bienestar, abordar el desempleo, luchar contra la corrupción y mejorar las relaciones internacionales.
Qazizade Hashemi hizo promesas con respecto a la agenda económica de su gobierno, prometiendo que los planes propuestos se harían realidad en un plazo de cuatro años.
Delineó los pilares clave de su estrategia económica, ensalzando la importancia de lograr el crecimiento económico a través de esfuerzos colaborativos y la adopción de una política exterior abierta, así como garantizar una distribución justa de los recursos para la equidad social.
A partir de los objetivos establecidos en el séptimo plan de desarrollo, que apunta a una tasa de crecimiento económico del ocho por ciento, Qazizade Hashemi enfatizó el papel crucial del sector privado y las inversiones en la realización de los objetivos del plan quinquenal.
Zakani puso un fuerte énfasis en la lucha contra la corrupción como una de las principales prioridades durante su mandato, afirmando que aquellos que incurrieran en malas prácticas económicas enfrentarían una “tarjeta roja”.
Abogó por fomentar vínculos más estrechos con las naciones vecinas e implementar iniciativas para avanzar en los objetivos económicos del país.
Zakani también realzó la importancia del crecimiento económico, el aumento de la producción y la disciplina financiera en su agenda de política económica.
Yalili se hizo eco del llamado a lograr una tasa de crecimiento económico del ocho por ciento, subrayando la necesidad de una planificación meticulosa y esfuerzos dedicados para alcanzar el ambicioso objetivo
Hizo hincapié en que la eficiencia podría lograrse mediante inversiones estratégicas y prácticas de gestión eficaces.
Pormohamadi destacó la necesidad de mejorar las disposiciones de seguridad social, particularmente para las personas que enfrentan enfermedades o discapacidades que les impiden trabajar.
También reiteró su compromiso de combatir la corrupción a través de medidas como promover la transparencia y facilitar el libre flujo de información.
Mohamad Baqer Qalibaf detalló la iniciativa de “escudo de apoyo” propuesta por su gobierno, cuyo objetivo es ofrecer asistencia integral a la población abordando cuestiones clave como el acceso a la atención médica, el suministro de bienes esenciales, la asequibilidad de la vivienda, el apoyo agrícola y la creación de empleo rural.
El veterano político se comprometió a llevar a cabo sus iniciativas de política exterior en consonancia con los intereses nacionales y los marcos legales del país.
Pezeshkian describió sus planes para mejorar el bienestar nacional frenando el gasto innecesario y haciendo cumplir estrictamente el estado de derecho para combatir la corrupción de manera efectiva.Hizo hincapié en la necesidad de reformar las relaciones internacionales de Irán como un paso crucial hacia el logro del crecimiento económico y destacó la importancia de fomentar la unidad y el consenso a nivel interno.
Al final del debate presidencial final, los candidatos resumieron sus planes y presentaron una sinopsis de lo que tienen para ofrecer para una gobernanza eficiente, con el objetivo de cautivar la atención de los votantes.
En sus palabras de clausura, Qazizade Hashemi afirmó que mediante la planificación estratégica y la determinación inquebrantable se podrían superar los desafíos de la nación.A partir de su experiencia como alcalde de Teherán, Zakani enfatizó su enfoque práctico para trabajar en estrecha colaboración con la gente, mostrando su capacidad para afrontar los desafíos que enfrenta la gente.
Yalili defendió la noción de unidad entre todos los grupos étnicos, refiriéndose a ellos como “bienes valiosos” y promoviendo la coexistencia armoniosa mediante el fomento de conexiones.
Pormohamadi enalteció sus raíces en los fundamentos del discurso revolucionario, posicionándose como un candidato profundamente arraigado en los principios fundamentales de la génesis de la República Islámica.
Qalibaf exaltó la importancia de las próximas elecciones y enfatizó que el resultado de las elecciones del 28 de junio determinará la trayectoria futura de la nación y su población.
Pezeshkian expresó confianza en la solución de los problemas del país y propuso un enfoque integral que combine estrategias de poder blando y duro, integrando la diplomacia con iniciativas prácticas sobre el terreno para abordar eficazmente los desafíos de la nación.
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