El expresidente de Siria, Bashar al-Assad, reveló este lunes las circunstancias de su salida del país y refutó las afirmaciones de que su partida fue planificada u ocurrió durante las etapas finales de la batalla. Al-Assad permaneció en Damasco cumpliendo con sus deberes hasta principios de diciembre de 2024, cuando las fuerzas terroristas penetraron en Damasco.
En coordinación con los rusos viajó a Latakia para supervisar las operaciones. Al llegar a la base aérea de Hmeimim todas las posiciones habían caído, lo cual llevó a Moscú a organizar su evacuación a Rusia el 8 de diciembre.
Asimismo, enfatizó que nunca consideró renunciar o buscar refugio durante esos eventos, porque su papel como líder fue siempre estar al lado de su pueblo desde el comienzo de la guerra, enfrentar el terrorismo y las amenazas junto con los soldados en las líneas del frente y su familia durante los años más oscuros.
También reiteró su apoyo inquebrantable a Palestina y Líbano y rechazó las acusaciones de que abandonaría Siria o traicionaría a su nación.
Según Al-Assad, nunca buscó el beneficio personal y fue custodio del proyecto nacional sostenido por la fe y la convicción del pueblo sirio.
Al concluir, expresó su profundo vínculo con Siria incluso en la derrota y manifestó su esperanza de que la nación sea libre e independiente.
La salida de Al Assad del país ocurrió en medio de una avalancha de desinformación y narrativas alejadas de la verdad, destinadas a reconstruir el terrorismo internacional como una revolución de liberación para Siria.
AlMayadeen