TIFLIS (Sputnik) — Unos 113 policías sufrieron lesiones en lo que duran las protestas frente a la sede parlamentaria en la capital georgiana de Tiflis, comunicó el Ministerio del Interior de Georgia.
"La violencia de los manifestantes dejó heridos a 21 agentes del Interior el 1 y el 2 de diciembre. Los agentes, con traumatismos de diversa consideración, están recibiendo la asistencia médica pertinente. En total, 113 agentes del Interior se vieron afectados durante las manifestaciones; cuatro siguen hospitalizados", precisó esta cartera.
En los comicios legislativos del 26 de octubre, el partido oficialista Sueño Georgiano logró 89 de los 150 escaños en el Parlamento unicameral. La oposición no reconoce la victoria de los euroescépticos, sus diputados se niegan a recibir credenciales y boicotean la nueva legislatura.
Desde el 28 de noviembre, después de que el primer ministro, Irakli Kobajidze, suspendiera hasta 2028 las negociaciones con la Unión Europea (UE) sobre el proceso de adhesión, los detractores del actual Gobierno siguen protestando frente a la sede parlamentaria en Tiflis.
Los manifestantes, a los que se unió en un momento la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, arrojan objetos contundentes y artefactos pirotécnicos a las fuerzas del orden que, a su vez, tratan de dispersar la multitud con cañones de agua y gases lacrimógenos.
El 1 de diciembre, Kobajidze descartó repetir las elecciones legislativas a instancias de la oposición y afirmó que Zurabishvili, resuelta a continuar en la presidencia de Georgia "hasta que haya un Parlamento legítimo", tendrá que abandonar su residencia y cederla a un sucesor elegido legítimamente a finales de diciembre.
Desde que estallaron las protestas, las autoridades de Georgia informaron de cientos de heridos y detenidos.La portavocía del Interior especificó este 2 de diciembre que se llevaron a cabo 224 detenciones. La mayoría de los expedientes procesados hasta la fecha implica multas o arresto administrativo, pero al menos dos personas se exponen a una pena de hasta siete años de cárcel por los delitos contra agentes de Policía e incendios.
SPUTNIK