Comandante “Comunista”: “Los mercenarios no son prisioneros de guerra”

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La liberación de la República Popular de Lugasnk, fue un proceso largo y doloroso. En esta entrevista, el periodista argentino Sebastián Salgado, dialoga con uno de los máximos líderes de la resistencia del ejército popular que expulsó la presencia armada de los grupos que responden a Kiev. Agosto de 2022.

Preparo mis maletas para abandonar Lugansk con destino Donetsk. El boleto de ómnibus me obliga a estar en la central en pocas horas. Vibra el teléfono. Un mensaje de Telegram me avisa que un alto comandante de las fuerzas armadas locales, está dispuesto a darme una entrevista el día siguiente. Confirmo la cita, sin saber con quién ni donde será el encuentro.

Por la mañana, un vehículo me pasa a buscar por el modesto hotel donde llevo más de dos semanas. Después de una parada en la que permanezco en el vehículo, otro auto se suma al grupo siguiéndonos. Nos dirigimos a un espacio público, es casi medio día y hace calor.

Bajando del vehículo, me presentan a este hombre robusto, vestido con ropa militar, que no porta armas. “Soy uno de los líderes de la Primavera Rusa en el Donbas”, se presenta. “Soy Vitaliy Kiseliov, me dicen, Comandante Comunista.” Mucho gusto comandante.

Me piden que elija un lugar para la entrevista y sólo busco opciones entre los bancos de plaza vacíos, todos están al rayo del sol. Insisten en que elija cualquiera. Es que están ocupados, les respondo. Miro uno que tiene buena sombra, pero un hombre descansa en él. Bastó mi mirada para que se acercaran amablemente a él y le pidieran que nos deje el lugar para una entrevista. Busco ángulo, configuro mi cámara para una entrevista con contrastes de luz y le prendo un micrófono en la solapa.

S.S ¿ Que participación tuvo usted en la resistencia del Donbas desde el año 2014?

V.K “ Yo dirigía la unidad llamado Batallón Don en el verano de 2014. Un momento importante y violento. Desde el mes de abril, fui uno de los ideólogos y organizadores de nuestra Primavera Rusa, precisamente en Donbass. Después, fui el comandante del Batallón Don cuando Lugansk estaba rodeada por el ejército ucraniano. Cuando terminó la temporada más intensa de 2014, el primer jefe de la República promulgó un decreto por el que se establecía la milicia popular en la República Popular de Lugansk.

Luego me ascendieron a coronel de la Milicia Popular, y entonces me dieron el puesto de subcomandante de la Milicia Popular por mi trabajo con las tropas. Fue un gran honor para mí. Después formamos el Cuerpo de la Milicia Popular donde estuve hasta 2019. Posteriormente, hasta 2019. Luego entré en la estructura del Ministerio del Interior donde asumí el cargo de Ministro Adjunto, que mantengo hasta el día de hoy.”

El comandante comunista, no se guarda nada. Se toma su tiempo para los detalles, es un protagonista de este tiempo y quiere dejarlo en claro.

S.S: ¿Como eran la situación política del Donbas antes del 2014?

V.K :“Todo empezó bajo Yúshchenko. Este es el primer presidente, por así decirlo, de los nazis ucranianos. De hecho, fue él quien introdujo radicales en la Rada Suprema (el parlamento de Ucrania) que se oponían radicalmente a la Federación Rusa, eso fue lo que nos hizo reaccionar, porque había una gran cantidad de unidades militares ucranianas aquí en Lugansk. Estas unidades militares comenzaron a retirar todas las armas en 2006 y 2007. Fueron retiradas las armas de Lugansk, y de la región de Lugansk. Nuestra ciudad poseía aviones de combate y otros aviones y estos fueron trasladados a Kúpiansk, esta es la región de Kharkov. Todas las otras unidades se combinaron y se trasladaron a Dnepropetrovsk, al oeste de Ucrania. 

Ya en 2013, cuando en Ucrania se produjo un golpe de estado inconstitucional armado y cuando los radicales tomaron el poder en Kiev, para nosotros fue, sin duda, una especie de señal de que nos tratarían de la misma manera que en el Maidan” (plaza de independencia de Kiev como símbolo de manifestaciones y golpe de Estado).

S.S: ¿De qué manera?

V.K: “De tal manera, que ellos vendrían y dispararían a nuestros ciudadanos, nos oprimirían y dirían que somos unos infrahumanos y que no deberíamos vivir aquí. Esto está mal. Está mal que no se nos permitieran hablar ruso aquí durante mucho tiempo, aunque antes nos habían prometido el idioma ruso. Nos habían prometido eliminar la frontera con la Federación Rusa para que pudiéramos movernos libremente, sin detenernos en los puntos fronterizos, para que la logística fuera mucho más fácil, pero no se cumplieron ninguna de esas promesas. Como consecuencia de todos estos eventos que habían tenido lugar antes de 2014 y los que ya se habían acumulado, Donbass se convirtió en un territorio alienado.”

S.S: “En Que sentido”

V.K: “En Donbass Ucrania había ganado enormes fondos. Donbas tenía сarbón, metalurgia, la industria pesada. Se trata prácticamente del 25% de todos los ingresos brutos de Ucrania. Todos estos fondos simplemente se habían estado quitando de aquí. La gente aquí había estado mendigando cada año. Tal vez usted ha recorrido Lugansk, ha mirado los alrededores. Para que lo sepa, las carreteras han comenzado a repararse solo este año. Bajo el gobierno ucraniano, en 30 años no se había reparado ninguna carretera aquí. Esto ya es un indicador de todo. Los vehículos del transporte público que andaban aquí, eran cacharros. Ese fue el legado de aquella Ucrania. Destrucción total, no financiación de los territorios, rechazo de los valores a los que la gente de aquí siempre había estado comprometida. Por lo tanto, tampoco quisimos aguantar, y en 2013-2014 tuvimos huelgas aquí, se organizaron manifestaciones pacíficas. Quiero enfatizar, las manifestaciones eran pacíficas. Sin armas, sin gritos, pero con nuestras declaraciones de protesta: «No al nazismo», «No a la ucranización» y «Libertad a la lengua rusa».

Posteriormente, ya más cerca de abril de 2014, el pueblo de aquí se levantó. La gente se levantó contra el hecho de que Kiev había comenzado a enviar mercenarios aquí, enviar gente armada. Y no eran agentes de la ley. Eran particulares pertrechados con armas automáticas. Aquí en el centro de la ciudad, intentaron disparar a nuestros manifestantes pacíficos. Como resultado, ellos fueron detenidos brutalmente por nosotros y golpeados. Les quitamos las armas y los entregamos al Ministerio del Interior.

 Finalmente, el Ministerio del Interior y la Fiscalía y el Servicio de Seguridad de Ucrania liberaron a estas personas. Por supuesto, las autoridades trataban de cubrir todas estas arbitrariedades. Está claro que las autoridades intentaron provocar todo esto. Y aquellos funcionarios de alto rango que entonces dirigían la Región de Lugansk, como Efrémov (presidente de la facción del Partido de las Regiones en la Rada Suprema de Ucrania 2010-2014, jefe de la organización regional de Lugansk del Partido de las Regiones), Golenko (presidente del Consejo Regional de Lugansk 2006-2014) y otros similares, simplemente abandonaron vilmente a la gente y en 2014 simplemente huyeron de aquí. Es decir, prácticamente no quedó nadie de la dirección, excepto el alcalde de la ciudad, Manolis Pilávov, que hasta el día de hoy ha seguido cumpliendo con sus funciones en este cargo.”

El comandante Comunista habla con aplomo. Mantiene la mirada. En su uniforme asoma la cinta de San Jorge, las tiras negras y naranjas que simbolizan el fuego y el humo de quienes defendieron antes este territorio. En sus palabras se percibe la convicción de quién asume el momento histórico que le tocó vivir.

S.S: ¿Cuándo se produjeron los primeros enfrentamientos?

V.K: “En 2014, llegó un momento crítico cuando se produjeron los primeros enfrentamientos con batallones nacionalistas en la ciudad de Sláviansk. Los primeros eran civiles que fueron parte del Maidan, eran criminales, drogadictos. Les dieron muchas armas por instrucciones de Kolomoiskiy (empresario, oligarca y político ucranianoisraelíchipriota, gobernador de la región de Dnipropetrovsk desde 2014), cerca de la ciudad de Dnepropetrovsk, los pertrecharon y los enviaron aquí a Donbass, para que simplemente dispararan, robaran y mataran. Esa era su tarea principal. Destruir, intimidar a la población local y reprimir el sentimiento separatista. Pero la Junta de Kiev no tuvo éxito. De hecho, nuestra gente es muy valiente y valerosa, e independientemente de la actividad profesional casi toda la población masculina se levantó en defensa de Donbas.”

Con un escudo de NovaRusia en su brazo izquierdo y otro de la Rusia soviética en el derecho, se acomoda el uniforme camuflado para recibir más preguntas

S.S: ¿Qué participación tuvo usted en esos enfrentamientos?

V.K “Soy una de esas primeras personas que participaron en las primeras batallas en Slávyansk, Yámpol, Séversk, Lisichansk y Severodonetsk. Más tarde, en el mes de junio, recibí heridas muy graves en la espalda. Me sacaron de debajo de los escombros en el pueblo de Semiónovka, que fue demolido casi por completo de la faz de la tierra. No quedó entera ni una sola casa. Es decir, el asentamiento en el que estábamos 11,12 personas armadas, fue demolido por artillería y tanques. ¿Usted se puede imaginar que en ese momento, la Junta de Kiev, además del hecho de que había enviado batallones fascistas nacionalistas para destruir a los civiles de Donbass, también envió tropas militares?  Entonces la pregunta es, ¿a qué temían?, ¿a un hombre armado con un rifle de caza o con una porra o con un trozo de tubería? Es decir, las tropas fueron enviadas contra estas personas, en lugar de hablar en un lenguaje normal, explicándose en circunstancias pacíficas.”

S.S: ¿Ustedes presentaban resistencia?

N.K “Sí, puede que hiciéramos algo de ruido. Pero no con armas. Ahora dígame, ¿cómo se supone que deberíamos haber actuado en esta situación? Sí, por las buenas o por las malas les quitábamos las armas. Bien o mal, teníamos que defendernos. Y había un gran número de chicos como yo que defendían Donbass. Nos enfrentábamos a una gran horda: aviones, helicópteros, lanzacohetes que prácticamente quemaban la tierra aquí. Al entrar aquí, inmediatamente destruyeron los campos de trigo sembrados. De hecho, el pan era de gran importancia estratégica para la gente. Pero ellos decidieron, a partir de 2014, convertir Donbass en tierra arrasada, eliminar los sentimientos separatistas.”

S.S ¿Cómo describiría el sentimiento separatista?

V.K: “Un poco más de 500 mil personas vivían en esta ciudad. Está claro que muchos se fueron a la Federación Rusa. Digamos que quedaron alrededor de 100-150 mil personas. Estas personas resultaron ser separatistas (en opinión de los ucranianos). Eran civiles, pero los declararon separatistas. Es decir, los de Ucrania querían venir aquí para matarlos, robar, dejar la tierra arrasada y salir, para hacer un gueto aquí en el futuro. Es decir, rodear de alambre de púas, como Timoshenko (estadista y política ucraniana. Diputada del Pueblo de Ucrania. Primera Ministra de Ucrania) había estado declarando durante los últimos 10 años antes de los eventos de 2014. Ese era su deseo.

Posteriormente, cuando capturamos a sus prisioneros de guerra, ellos nos dijeron que les habían dado armas y les habían dicho: «Vayan a matar, a robar, ustedes no tienen ninguna responsabilidad». Además, la iglesia ucraniana bendijo a estos mercenarios y asesinos para matar y torturar a los civiles. Aquí en el centro de la ciudad hubo una gran cantidad de niños y mujeres muertos. Estaban en la parada esperando el autobús para ir al jardín de infantes, a la escuela. Cayó un proyectil y mató a 15 personas.”

S.S: ¿Hubo apoyo militar de la Federación Rusa entre el 2014 y el 2022?

 

V.K: “Eso es exactamente de lo que iba a hablar. Ya al final del verano de 2014, cuando la fase principal de las batallas más contundentes estaba a punto de terminar, era el mes de septiembre. Nos quedamos en las áreas y posiciones en las que permanecimos hasta la Operación Especial anunciada por nuestro Comandante en Jefe Vladímir Vladímirovich Putin. En septiembre o principios de octubre, comenzamos a formar el Сuerpo de la Milicia Popular. Entonces ya teníamos suficientes armas y tanques. En 2014 había tenido lugar el bloqueo de Izvárino, bloqueo cerca de Antratsit y otros. Allí se había abandonado una gran cantidad de equipo militar ucraniano. Así, obtuvimos armas y municiones en cantidades suficientes para formar nuestro cuerpo. Y en general, por supuesto, hay muchas armas en el mundo. Y si alguien dice que Rusia o algún otro país nos suministró armas, es una locura.

Después de todo, los ucranianos radicales son gente muy sucia. No me refiero a los ciudadanos comunes que ahora viven en el territorio de Ucrania. No estamos luchando contra ellos. Ahora estoy hablando de los nazis. Además del hecho de que pelearon con nosotros, nos vendían armas. ¡Piénselo, nos vendían armas! Por lo tanto, todas estas provocaciones mentirosas de que Rusia trajo una gran cantidad de armas aquí en 2014 son tonterías y locura. Lo declaro oficialmente, porque yo era uno de los comandantes más importantes de la milicia y luego llegué a ser el comandante adjunto del Cuerpo, sé cómo se formó todo y de dónde vino todo.

Posteriormente, obtuvimos la reposición principal de armas en febrero de 2015, cuando completamos la operación en Debáltsevo. Fue una enorme reposición de armas. En la cabeza de puente de Debáltsevo nos hicimos con alrededor de 10 mil piezas de equipo militar, armamento completamente diverso. Estos eran almacenes de municiones, armas pequeñas, uniformes y alimentos. Una gran cantidad. Además, para que entienda, cuando estuvimos liberando Chernújino y Debáltsevo, todavía teníamos que mantener la defensa de Stanitsa Lugánskaia, Shiastie, hasta Popasnaia. Así tuvimos que distribuir nuestras fuerzas. Para que lo entienda, en un corto período de tiempo, literalmente en dos meses, de las unidades de milicias dispersas creamos este gran ejército. No me avergüenzo de esa palabra. Porque este es un gran pueblo, grandes personas que ha defendido este pedazo de tierra.

Durante estos 8 años vivimos prácticamente en un vacío, incluso cuando se habían firmado los acuerdos de Minsk. A fines de agosto de 2014, Rusia fue el primer país en proporcionar asistencia humanitaria, aquí llegaban convoyes de ayuda. Yo mismo estuve esperando el primer cargamento. La gente lo estuvo esperando con alegría en sus corazones. Había personas que no creían, pensaban que Rusia los había abandonado. En realidad, no. La decisión más estratégica y correcta fue la asistencia humanitaria que nos prestaron. Primero llegó un convoy, luego llegó otro. Siempre bajo fuego, algunos conductores murieron. Y los milicianos que acompañaban a estas columnas también caían. Estos fueron eventos terribles. Así, esta fue la primera ayuda humanitaria necesaria. El primer camión blanco, los primeros alimentos, los primeros generadores eléctricos, los medicamentos, etc. Y luego, cuando nuestras tropas hicieron retroceder a los nazis ucranianos, estas columnas comenzaron a llegar cada vez más a menudo, casi todos los días, porque la República tenía que ser dotada.

No teníamos nada. No teníamos agua ni luz. Lugansk estaba constantemente bajo bombardeos, en condiciones brutales. Y en cuanto a la firma de los acuerdos de Minsk, los considero unos traidores. Tanto el primero como el segundo. Por la sencilla razón de que las personas que fueron responsables de ellos no eran personas. No pensaron en la gente que vivía aquí. Esta es mi opinión personal y siempre permanecerá conmigo. Soy una persona segura de sí mismo y de mi razón. Tal vez alguien no esté de acuerdo conmigo. Razono así porque lo vi con mis propios ojos, y además porque fui parte de todos estos eventos. Ya en 2019, hubo una gran ayuda humanitaria de la Federación rusa. Vladimir Putin firmó un decreto sobre la emisión de pasaportes de la Federación rusa para la gente de Donbas.

Fíjese la secuencia de eventos: los bombardeos, las muertes de nuestros compañeros de combate aquí y las hostilidades no cesaron. No pasó nada según los acuerdos de Minsk. Nada. Pero al mismo tiempo, Rusia actuaba tomando medidas gradualmente, abriendo ciertos corredores humanitarios. Ucrania en cambio, no hizo nada además que matar y torturar a nuestros soldados. No hicieron nada más que destruir nuestra infraestructura de soporte vital. 

Nos dejaban sin agua, nos cortaban la luz, intentaron cortar el gasoducto, intentaron cortar toda la electricidad y las comunicaciones. Fue Rusia que nos dio electricidad. Reconectaron la ciudad de Lugansk y luego la República Popular de Lugansk a la red eléctrica de la Federación rusa, al igual que el gas. La ayuda humanitaria la recibíamos desde Rusia. Desde Ucrania solo había destrucción y bombardeo de nuestras ciudades. No había nada más. Es muy importante señalar que estaban decididos a destruir Donbass. No estaban interesados en este territorio. Es decir, estaban interesados en el territorio sin personas, sin gente común que vivía aquí. Allí anda un hombre, y allí anda otro, odiaban a todas estas personas. Tal era su tarea: dejar la tierra arrasada aquí y venderla a algunos colonizadores para robar aún más los recursos de Donbass. Además, en 2017-2018, planeaban construir bases de la OTAN en Lisichansk, Severodonetsk, Mariupol, Ochakov, Berdiansk. En principio, si estos acuerdos de paz hubieran durado un año más, todos sus planes se habrían implementado.

Además, comenzaron a construir un sistema de biolaboratorios donde hacían pruebas en las personas. Tomaron muestras de ADN, probaron medicamentos de covid y otros. Según los documentos, todo estaba bien. Pero utilizaban a las personas como un recurso barato. Por ejemplo, en Alemania, Francia, Polonia, los países bálticos, en los países civilizados, como los llaman, las compañías farmacéuticas como AstraZeneca pagan enormes cantidades de dinero a la población civil por estos estudios. 10.000 euros, por ejemplo, por una vacuna. Más póliza de seguro, etcétera. Y aquí a la gente común le pagaban, hay testigos vivos, 300 dólares. Es decir, nada en absoluto. No se pagaba prácticamente nada. No les importaba si la persona iba a sentirse bien o no después de eso. Lo principal era llevar a cabo el experimento. Por lo tanto, este es también otro tipo de opresión y asedio contra la población local.

Entonces, la OTAN intentó construir bases aquí, también laboratorios biológicos. Además de eso, estaban preparando armas sucias. Las armas sucias son muchos vertidos de armas nucleares, me refiero a los desechos de las centrales eléctricas. Podían hacer una bomba sucia en cualquier momento, y tenían todas las oportunidades para hacerla. Una bomba nuclear sucia podría infectar el territorio y nadie podría vivir en este territorio durante 50-100 años. Bastaba equipar un misil tipo Tochka-U (Punto-U) y lanzarlo a Donbass. Este también fue uno de los precedentes a los que Rusia tendría que prestar atención.

Mientras, Rusia seguía defendiendo al Donbass en la ONU, protegiéndolo en todas las plataformas políticas, seguía apoyando a Donbass prestándole asistencia humanitaria. En un año, 500 mil ciudadanos recibieron pasaportes rusos en la República Popular de Lugansk. Es un gran número, casi la mitad de la población. Todos estos acontecimientos, influían cada vez más el hecho de que Donbass se independizaría por completo de Ucrania. El Gobierno de Kiev, continuó aterrorizando, dañando, destruyendo la infraestructura de soporte vital, continuó destruyendo a nuestros ciudadanos. Para ellos, matar a un civil o bombardear la central nuclear de Zaporozhie es lo mismo. Ellos tienen dueño y si les dice que hay que disparar la central, no les importa que haya bloques nucleares que en cualquier momento puedan provocar una reacción equivalente a diez Chernóbyles.

Percibo la contundencia de sus respuestas, y siento el poder de este encuentro con un gran protagonista de este conflicto, de quién una hora antes, desconocía su existencia.

S.S: ¿Cómo ve el futuro de esta región?

N.K: “Un tema trascendental que se estudiará en todas las universidades de todos los países civilizados, es la decisión de nuestro presidente Vladimir Putin sobre el reconocimiento de Donbass, así como también la asistencia militar y la realización de la operación especial para destruir a los fascistas ucranianos. Pase lo que pase y digan lo que digan, Rusia ha venido aquí para siempre. Vendrá para siempre en la región de Zaporozhie, vendrá para siempre a la región de Odessa, vendrá para siempre en la región de Kiev. Si hablamos de cómo viviremos, qué haremos, pues viviremos junto con Rusia, crearemos un nuevo ejército aquí. Creo que tenemos todo el potencial para ello. Las armas modernas que se producen hoy en la Federación Rusa estarán aquí directamente en la protección de nuestras ciudades y nuestra población. Esto continuará después de esta operación especial. Para que lo entiendas, la operación especial no se detendrá en la liberación de Lugansk y Donetsk, no. La operación especial continuará hasta la completa solución de las tareas asignadas. La primera tarea es la rendición de la Junta de Kiev. Y si se trata de la capitulación de la Junta de Kiev, significa que es una especie de capitulación de Estados Unidos y el bloque de la OTAN en la cuestión ucraniana.

Por lo tanto, negociarán con la Federación Rusa sobre las medidas que precisamente se llaman capitulación. Si no abandonan pronto su política actual, la operación especial continuará de todos modos. Pero en algún momento, el proceso de negociación comenzará en cualquier caso. La solución de la cuestión es el desmembramiento de Ucrania. Ucrania se desintegrará y no será aquel país que los injerencistas occidentales planeaban ver. Quedarán sin la OTAN, sin armas. Lo único que tendrán será una especie de autoridades policiales, pero con una mínima cantidad de armas, las más ligeras, las más sencillas.

Entendemos que, con toda probabilidad, tendremos que luchar contra los terroristas, contra los mercenarios que participan hoy en la invasión del Donbas para Ucrania. Los mercenarios vinieron de casi todos los países de la OTAN. Zelensky pide que no solo los países de la OTAN, sino también Australia, los Estados Unidos envíen aquí el mayor número posible de ex militares. Es decir, mercenarios. Pero no entran en Ucrania como mercenarios, sino que entran como voluntarios, a través de programas voluntarios de ayuda humanitaria. En realidad, este es el camino de la legalización. Después de todo, el mercenarismo en cualquier país civilizado europeo, en los mismos Estados Unidos, es un gran crimen. Todo el mundo se da cuenta de esto.

Hoy hay un momento muy importante, se va a llevar a cabo un tribunal militar en la República Popular Donetsk y allí se ejecutará la sentencia sobre mercenarios. Creo que sería correcto que esta sentencia fuera ejecutada en una audiencia pública, y en público. ¿Para qué? Para demostrar que nadie sentirá lástima por los mercenarios aquí. No serán considerados prisioneros de guerra. Los mercenarios no son prisioneros de guerra. Son mercenarios sin estatus de prisionero de guerra. De esta manera, le mostraremos al mundo entero que no somos tímidos, no vamos a soportar a los terroristas. El terrorista debe ser destruido.

Sebastián Salgado Donbas Agosto de 2022