La noticia de la muerte de la niña Amal Hussain, en Yemen, puso en la mesa de debate el rol de los organismos internacionales, el imperialismos occidental y la guerra como instancia para la resolución de conflictos. En la república donde la falta de alimentos, agua, insumos hospitalarios, sobrevivir se convierte en el único objetivo posible. Salvo cuando la muerte condena trágicamente aquel deseo esencial.
