La guerra inducida en Siria por la injerencia internacional, durante 7 años, no solo contó con apoyo militar de la coalición sino que además fue financiada y respaldada económicamente por la hermandad musulmana. Las milicias mercenarias wahabíes, expertas en desestabilización y contrainsurgencia en la región, habrían recibido dinero de las naciones árabes.
