Los grandes medios de difusión están interpretando la caída de Kabul de dos maneras. Unos afirman que los demócratas estadounidenses son cobardes y que la retirada de Afganistán afecta la moral de los aliados de Estados Unidos. Pero otros estiman que Washington ha utilizado bien sus cartas y que ha logrado clavar una espina en el pie a los rusos y los chinos. Esas dos maneras contrapuestas de ver las cosas corresponden al paradigma tradicional del Imperio estadounidense. Por su parte, Thierry Meyssan señala que, desde los hechos del 11 de septiembre de 2001, Washington está…
