Que Bolsonaro se haya bautizado en Israel no es una casualidad o la simple locura de un fundamentalista religioso. Es que Israel ha participado activamente en la construcción del sionismo cristiano y sus prácticas han servido para mantener firme la utopía racista en cualquier lugar, que es en última instancia, la aniquilación completa de quien ha sido identificado como un otro.
