Hoy sigue viva la pregunta sobre cómo fue posible semejante ataque. La idiosincrasia violenta de Estados Unidos y su culto fetichista por las armas como telón de fondo. Espanta la foto de un hombre, de espaldas, mirando la devastación. Piedra sobre piedra, solo ve muerte. Fue el 6 de agosto de 1945, a la hora de la mañana en que había más gente en la calle. Inesperadamente, un ataque atómico elevó la temperatura a 3.000 grados centígrados y todo ardió a cuatro…
