Menos de 24 horas tardó la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en quebrarse ante las presiones del gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, por conducto de varios funcionarios y medios de comunicación afines, lo que fue admitido por el ministro de Justicia, Germán Garavano, al reconocer contactos con los magistrados, para publicar ayer un comunicado algo deshilvanado en el que aclaraba que el juicio oral contra la ex gobernante Cristina Fernández de Kirchner y algunos de sus funcionarios…
