Apenas finalizadas las elecciones presidenciales de Paraguay, en abril pasado, las denuncias de fraude no se hicieron esperar. Mario Abdo Benítez, el candidato del tradicional Partido Colorado, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, era anunciado como el próximo presidente paraguayo por una diferencia de solo 3,5 puntos con Efraín Alegre, de la Alianza Ganar (integrado por el Frente Guasú, agrupación del expresidente Fernando Lugo).
Fernando Lugo, ex presidente de Paraguay fue depuesto a través de un golpe parlamentario en el año 2012, luego de un juicio político fraudulento basado en al masacre de Carapachay. El actual re electo senador nacional había cortado, en 2008, con más de 60 años de hegemonía del partido conservador Colorado. La absolución de los implicados reflota la idea de complot y golpe blando por parte de la contrinsurgencia estadounidense.
La renuncia del presidente Cartes para asumir su banca legislativa fue denunciada como una maniobra para asegurarse inmunidad parlamentaria, ante su salida del poder ejecutivo. Leonardo Rubín, ex candidato a la vicepresidencia por el Frente Guasu, denunció la maniobra del dirigente del Partido Colorado. ¿En las últimas elecciones, hubo fradude en Paraguay?