Por Luis E. Sabini Fernández Siempre se dice que no hay que menospreciar el papel del dinero en el mundo. La cantidad de dólares que la banda fascista [1] de Beniamin Netanyahu dispone abre puertas y voluntades y conquista “corazones”, o en todo caso ‘el órgano más sensible’ que Juan D. Perón, que sabía por qué, identificaba como el bolsillo. Y el gobierno sionista prosigue con sus campañas: troll en los medios de incomunicación de masas (basados en un diccionario digno de George…
