Apenas finalizadas las elecciones presidenciales de Paraguay, en abril pasado, las denuncias de fraude no se hicieron esperar. Mario Abdo Benítez, el candidato del tradicional Partido Colorado, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, era anunciado como el próximo presidente paraguayo por una diferencia de solo 3,5 puntos con Efraín Alegre, de la Alianza Ganar (integrado por el Frente Guasú, agrupación del expresidente Fernando Lugo).
