La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declara competente para juzgar la reclamación por Irán de 2000 millones de dólares en fondos retenidos por EE.UU.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declara competente para juzgar la reclamación por Irán de 2000 millones de dólares en fondos retenidos por EE.UU.
La contrainsurgencia en el continente americano, tuvo y tiene en los Estados Unidos a su principal promotor, desde principios del siglo XX con los foros previos a la constitución de la funcional Organización de Estados Americanos (OEA), a las bases militares, humanitarias y científicas actuales, ámbas como modalidades faro para la manipulación de las democracias centro y latinoamericanas respectivamente. Transversalmente a esas dos grandes metodologías de intentos de dominación continental, la circulación del tráfico de influencias, el financiamiento y la inteligencia, han sido las herramientas de ajuste político según la coyuntura. La revelación de una serie de correo electrónicos entre dirigentes y políticos del actual gobierno de Mauricio Macri y la USAID, para favorecer una campaña de salud como pantalla de otra desestabilizadora en Cuba, han sido dados a conocer a la opinión pública por la agencia de noticias El Destape. Los hechos datan de 2014 cuando la alianza CAMBIEMOS aún era un partido de oposición en Argentina. Renunciará la funcionaria oficialista Laura Alonso, ligada a esa operación contrainsurgente, a su cargo en la oficina anti corrupción?
En américa central y suramérica el flujo del financiamiento contrainsurgente es sostenido por las cifras millonarias de dólares de apoyo y promoción de la «política» exterior del capitolio estadounidense. Los aparatos de desestabilización en Cuba, Venezuela y Nicaragüa, por nombrar países fuertemente castigados por la injerencia imperial, se sostienen gracias al dinero de la guerra sucia de Washington. ¿Pero por qué por el contrario los dólares girados hacia aquellos países o desde ellos son bloqueados? ¿Prvive el doble estándar de Washington en pleno siglo XXI?