La persecución de opositores en Latinoamérica viene siendo implementada a partir de operaciones mediáticas y judiciales, donde la figura de Lawfare se retoma en esta región para explicar estos novedosos pedidos de prisiones preventivas. Dirigentes sin procesos judiciales respetuosos del derecho a la defensa ni condenas firmes han sido ingresados en una lista de virtual aniquilamiento político. Las alertas rojas enviadas a Interpol para capturar al ex presidente Rafael Correa es otro ejemplo más del intentpo de acallamiento de una voz disidente, por parte de la injerencia imperial de los EEUU en suramérica.
