El despliegue en Europa, Asia y Oriente medio de fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) evidencian un signo de época a raíz del déficit estructural de los Estados Unidos en el rearme del siglo XXI. Sabiéndose aislado geográficamente, Donald Trump articula y sostiene tropas dispersas en los flancos próximos, de ataque a sus enemigos por la disputa global: China y Rusia. Las acciones de cooperación futuras entre EEUU y el Israel del pacífico, luego de la reunión en Singapur, serán claves para entender próximas novedades de la guerra supersónica.
