Desde la asunción de Mauricio Macri como presidente de la república Argentina las relaciones exteriores de ese país entraron en el radar de las hegemonías. A contrapelo del gobierno anterior de Cristina Kirchner, donde la salida del FMI, el impulso a la UNASUR y la CELAC y los reclamos en la ONU por la soberanía de las Islas Malvinas había sido el sello de la política exterior del kirchnerismo, el actual presidente argentino obedece a los mandatos de Trump, May, Lagarde y Netanyahu. A pocos días de la presencia de cadetes de los EEUU e integrantes del cuerpo de soldados de Israel en la ciudad de Buenos Aires demuestran el regreso a las relaciones carnales de la diplomacia Argentina. ¿El pueblo será partícipe?
