La producción y distribución informativa en occidente, por parte de los medios corporativos de desinformación, va de la mano de los intereses geopolíticos de las grandes potencias militares de la OTAN. Estados Unidos, Inglaterra, Francia han sabido escenificar noticias falsas en Siria, de la mano de las redes mediáticas del poder fáctico. Las denuncias sobre los Cascos Blancos en Idlib y su vinculación con mercenarios terroristas pro Washington son cada vez más fuertes.
