Representantes talibanes participaron por primera vez en una cumbre organizada por la ONU en Qatar, durante la cual pidieron a la comunidad internacional poner fin a las sanciones económicas impuestas contra Afganistán.
Zakir Jalaly, alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores afgano, anunció que el gobierno talibán asistía al encuentro con el objetivo de abordar las "sanciones financieras y bancarias", y los "desafíos" que plantean para la economía del país.
Luego, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid señaló ante enviados y funcionarios de la ONU que “los afganos se preguntan por qué están siendo atacados en grupo, sobre la base de sanciones unilaterales y multilaterales".
En este sentido, cuestionó que las sanciones actuales sean “justas”, teniendo en cuenta que se aplican luego de casi “medio siglo de guerras e inseguridad como resultado de invasiones e interferencias extranjeras”.
Estas conversaciones, impulsadas por la ONU en mayo de 2023, buscan aumentar la coordinación internacional con las autoridades talibanas, principalmente respecto a cuestiones económicas y a la lucha contra el narcotráfico.
Desde que los talibanes regresaron al poder, la comunidad internacional debate la manera en que debe acercarse al gobierno talibán de Kabul, aún no reconocido oficialmente por ningún otro Estado. Esto se debe principalmente a las restricciones que impuso sobre las mujeres, calificadas como "segregación de género" por la ONU.
En los últimos días, se desató una polémica respecto a la composición de la delegación talibana que asistió a la cumbre, ya que no contó con representantes de la sociedad civil ni de grupos de derechos de las mujeres.
Las autoridades talibanas aseguraron en reiteradas ocasiones que los derechos de todos los ciudadanos están garantizados por la ley islámica.
En este marco, el portavoz Mujahid argumentó que los diplomáticos deberían "encontrar formas de interacción y entendimiento en lugar de confrontación", a pesar de las diferencias "naturales" respecto a la política.
También aseguró que "el Emirato Islámico de Afganistán también está interesado en colaborar de manera constructiva con las naciones occidentales". Y añadió: "Como cualquier estado soberano, defendemos ciertos valores religiosos y culturales y aspiraciones públicas que deben ser reconocidas".
TRT