08 Aug
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El nuevo jefe del Buró Político del HAMAS, Yahya Sinwar, asevera que nadie tiene la capacidad de desarmar al movimiento y que nunca cortará los nexos con Irán.

En declaraciones pronunciadas la noche del miércoles entre un grupo de jóvenes palestinos en Gaza, Sinwar reiteró una vez más la firme posición del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en no reconocer al régimen israelí señalando que nadie puede obligar a la Resistencia palestino a hacerlo.

El líder de HAMAS desestimó las presiones de Israel y Estados Unidos para desarmar al movimiento y formar un gobierno de unidad nacional con otros grupos palestinos tras la guerra en Gaza, y enfatizó que nadie puede obligarnos a deponer las armas.

Sinwar también hizo hincapié en que HAMAS nunca cortará sus relaciones con Irán y otros partidos.

Somos combatientes para hacer realidad la libertad de Palestina y revolucionarios para garantizar el derecho a la libertad de nuestra nación, y lucharemos contra los ocupantes de acuerdo con las leyes de derechos humanos, y continuaremos fortaleciendo nuestras fuerzas para proteger a nuestra nación”, subrayó.

El titular palestino advirtió a las autoridades israelíes sobre las negociaciones para el intercambio de presos, y dejó en claro que, sin la liberación de los prisioneros palestinos, los presos israelíes nunca estarían excarcelados.

En un comunicado emitido el martes, HAMAS anunció la elección del comandante Yahya Sinwar como el nuevo jefe del Buró Político del movimiento, sucediendo a Ismail Haniya, quien fue asesinado en un ataque a su residencia en la madrugada del 31 de julio, en Teherán, capital iraní, donde había asistido a la ceremonia de juramentación del nuevo presidente de Irán, Masud Pezeshkian, un día antes.

La República Islámica de Irán ha prometido una dura respuesta para castigar a Israel por el asesinato del líder político de HAMAS.

Al elegir a Yahya Sanwar como el nuevo jefe, HAMAS intensificó los desafíos a los que se enfrenta Tel Aviv, y la medida se considera, en realidad, la primera respuesta al asesinato de Haniya, puesto que el régimen de Israel creía que su muerte conduciría a una reingeniería en las filas del movimiento, y en paralelo, las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo armado de HAMAS, se alejarían de su ala política, y que otros líderes de la Resistencia palestina, entre ellos Jaled Meshal y Musa Abu Marzuq, serían reemplazados por Haniya, pero la situación no cambió tal como se la imaginaba el enemigo.



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