MOSCÚ (Sputnik) — El silencio de la Unesco ante el ataque con un dron que mató el pasado 19 de abril al periodista Semión Eriomin, corresponsal de guerra del canal de noticias ruso Izvestia, en la provincia de Zaporozhie, socava el prestigio de esa organización internacional, aseguró el Ministerio de Exteriores de Rusia.
"La Sra. [Audrey] Azoulay, directora general de la Unesco, cuya responsabilidad directa es reaccionar a los ataques y asesinatos de periodistas, independientemente de su nacionalidad o medio para el que trabajan. Parece que solo anteayer se celebró solemnemente el 70 aniversario del ingreso de Rusia en la Unesco. Al parecer a la Sra.
Azoulay le avergonzó ensombrecer ese aniversario con este triste tema. Pero ya pasó un día, después otro, y hasta la fecha la directora general de esta importante organización humanitaria no ha dado una evaluación a la bacanal sangrienta de los criminales y asesinos ucranianos", señaló la portavoz de la Cancillería, María Zajárova, en la red social Telegram.
El 19 de abril, las tropas ucranianas lanzaron artefactos explosivos desde un dron FPV (por las siglas en inglés de First Person View o vuelo en primera persona) contra el periodista Semión Eriomin, pese a que estaba identificado como prensa, cuando realizaba un reportaje en la provincia de Zaporozhie.
Zajárova denunció que la directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, se abstuvo de pronunciarse sobre los asesinatos de otros periodistas y corresponsales de guerra a manos de los neonazis ucranianos y sus colaboradores.
"Anteayer se dijeron muchas palabras halagadoras a esta organización internacional, pero sobre sus méritos y éxitos anteriores.
Todo porque en el caso dado la inacción crónica deliberada de la jefatura de la Unesco, rebaja todos estos logros y socava el prestigio de esta estructura", enfatizó.
La portavoz diplomática se preguntó cómo la Unesco puede ser un referente global en los temas de ética y estándares humanitarios, si la directora general de este organismo muestra todos los signos de crueldad y falta de empatía, sazonado todo con un marcado sesgo político.
"Ya ni siquiera hablo de imparcialidad", recalcó.La presidenta del Senado ruso, Valentina Matvienko, en una entrevista a Sputnik, catalogó el ataque ucraniano que acabó con la vida de Eriomin como "un acto cobarde y vil asesinato selectivo".
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