El general Abás Nilforushan, asesor militar iraní en Líbano, murió en un ataque israelí el viernes en Beirut, junto con el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá.
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en un comunicado emitido este domingo ha confirmado el martirio del general de brigada Abás Nilforushan, como consecuencia de un bombardeo israelí contra una zona civil en el sur de Beirut el viernes.
Durante los masivos ataques aéreos, las fuerzas israelíes utilizaron bombas “antibúnkeres”, reduciendo a escombros varios complejos residenciales en el densamente poblado barrio de Dahiya, en el sur de Beirut, y matando también a decenas de civiles.
Según el Ministerio de Salud libanés, seis personas murieron y otras 91 resultaron heridas en el bombardeo. Se teme que haya cientos de muertos más mientras continúan las operaciones de rescate.
El reciente ataque fatal supone una importante escalada en el conflicto entre Israel y Hezbolá, después de un año de operaciones del movimiento libanés contra blancos israelíes en los territorios ocupados en apoyo del pueblo palestino de Gaza, que sufre desde hace casi un año una guerra con un saldo mortal de al menos 41 500 palestinos.
Nacido en 1966 en la ciudad iraní de Isfahán (centro), Nilforushan desempeñó un papel vital dentro del CGRI de Irán, supervisando las fuerzas terrestres como comandante adjunto de operaciones.
El líder militar de 58 años comenzó su carrera militar en 1980 con el movimiento popular Basich antes de unirse al CGRI a una edad temprana y ascender de rango de manera constante.
El general Nilforushan jugó un papel activo en la guerra entre Irán e Irak, conocida como la Defensa Sagrada de Irán, que duró ocho años en la década de 1980 contra el régimen baasista de Sadam Husein.
Cabe destacar que participó en los frentes occidental y sur durante la guerra a la temprana edad de 14 años, demostrando su compromiso y dedicación a la defensa de Irán, lo que en última instancia dio forma a su carrera militar y contribuyó a su ascenso en las filas.
A lo largo de la guerra, se destacó como un comandante destacado, dirigiendo con éxito varias operaciones militares críticas.Tras la conclusión de la guerra entre Irán e Irak, Nilforushan continuó ampliando su experiencia realizando estudios académicos en gestión estratégica.
Finalmente, obtuvo un doctorado en la Universidad Imam Husein, consolidando aún más sus credenciales como líder militar y estratega dentro del CGRI.
De 2005 a 2007 ocupó el cargo de Comandante Adjunto de Operaciones dentro de las Fuerzas Terrestres del CGRI.
Esta experiencia sentó las bases para su posterior nombramiento como comandante de la Escuela de Comando y Estado Mayor del CGRI de 2010 a 2014, donde contribuyó al desarrollo y la educación de la próxima generación de líderes militares iraníes.
En junio de 2019, Nilforushan fue nombrado oficialmente comandante adjunto de operaciones del CGRI por orden del comandante en jefe del cuerpo, el mayor general Hosein Salami, cargo que ocupó hasta su trágico martirio.
Debido a su amplia experiencia en el campo de batalla y sus inquebrantables esfuerzos en apoyo al Eje de la Resistencia, que incluye grupos como Hezbolá en El Líbano y facciones de la resistencia palestina, el general Nilforushan se convirtió en una figura fundamental en el avance de la causa de la resistencia contra la ocupación e intervención extranjeras.
Su compromiso inquebrantable con las estrategias militares y diplomáticas resultó decisivo para fortalecer el Eje de la Resistencia.Bajo su dirección, estos grupos lograron reforzar su influencia y capacidades a pesar de las constantes amenazas que planteaba el régimen sionista.
Como comandante estratégico, Nilforushan jugó un papel crucial en la coordinación de operaciones entre varias fuerzas de resistencia, asegurando la unidad y la eficacia de sus esfuerzos.
Firmemente arraigado en los principios de la Revolución Islámica, fue un firme defensor de los derechos de las naciones oprimidas de la región, particularmente de los pueblos palestino y libanés.
Enfatizó constantemente la importancia de resistir la opresión global y luchar contra la arrogancia, una postura que le valió gran respeto y admiración entre los movimientos de resistencia.
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