Mahdieh Esfandiari, académica iraní residente en Francia, se ha convertido en la más reciente víctima de la represión del gobierno francés por su apoyo público al pueblo palestino en Gaza y su condena a los crímenes genocidas del régimen israelí.
Por: Ivan Kesic
Mahdieh Esfandiari, académica iraní residente en Francia, se ha convertido en la más reciente víctima de la represión del gobierno francés por su apoyo público al pueblo palestino en Gaza y su condena a los crímenes genocidas del régimen israelí.
El sábado, las autoridades francesas finalmente reconocieron que mantenían detenida a una ciudadana iraní, con base en cargos dudosos relacionados con su actividad en redes sociales.
Esfandiari, de 39 años, ha estado encarcelada durante mes y medio en una de las prisiones más notorias de Francia, período en el cual la policía y el poder judicial franceses le negaron contacto con su familia durante dos semanas.
Además, durante un mes entero, las autoridades francesas se negaron a proporcionar información detallada al Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, que intervino a petición de la familia.
Mahdieh Esfandiari es lingüista iraní y licenciada en lengua francesa. Reside desde hace ocho años en Lyon, la tercera ciudad más grande de Francia.Se graduó en la Universidad Lumière, donde trabaja como profesora, traductora e intérprete. También es una reconocida activista propalestina con una presencia destacada en redes sociales.
Ha participado en campañas por los derechos de las mujeres y los derechos humanos, y se ha involucrado activamente en redes con un enfoque en los temas de Asia Occidental. También ha asistido a manifestaciones en apoyo a Palestina en territorio francés.Según activistas que conocen su trayectoria, Esfandiari publicó diversas entradas condenando el genocidio israelí en Gaza, por lo cual consideran que su caso forma parte de la campaña represiva de Francia contra la defensa pública del pueblo palestino.Su caso ha sido comparado con el del maestro musical iraní Bashir Biazar, quien fue encarcelado el año pasado durante varias semanas en Francia por letras pro-palestinas.
Mahdieh Esfandiari fue arrestada por la policía francesa en Lyon el 28 de febrero de 2025 y trasladada a la prisión de Fresnes, en Val-de-Marne (al sur de París), el 2 de marzo.L
a prisión de Fresnes, la segunda más grande del país, es conocida por albergar a criminales peligrosos y por sus condiciones duras e inhumanas. También fue el último lugar en Francia donde se utilizó la guillotina.La fiscalía de París imputó a Esfandiari por “apología del terrorismo”, basándose en publicaciones en Telegram que supuestamente expresaban apoyo a la operación Tormenta de Al-Aqsa liderada por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) contra el régimen israelí en octubre de 2023.También enfrenta cargos adicionales por “provocación al terrorismo en línea”, “injurias por origen o religión” y “negativa a proporcionar los códigos de acceso a sus cuentas de redes sociales” (X y Telegram).
Fue puesta en detención provisional tras una investigación iniciada por la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNLH, por sus siglas en francés) el 7 de noviembre de 2024.Su familia perdió contacto con ella a finales de febrero, lo que motivó que alertaran a las autoridades iraníes. Estas se comunicaron con sus homólogos franceses.Inicialmente, el gobierno francés no ofreció explicaciones públicas, lo que agravó las tensiones diplomáticas.
No fue sino hasta el 12 de abril que confirmaron su detención, citando su actividad en redes como justificación.Debido a la escasa transparencia de las autoridades francesas, el contenido específico de las publicaciones de Esfandiari en Telegram no ha sido revelado públicamente, dificultando la evaluación de la legitimidad de los cargos.
El 10 de marzo, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Esmail Baqaei, respondió a medios locales sobre la desaparición de una ciudadana iraní en Francia:
“Lamentablemente, hemos sabido que una de nuestras compatriotas, residente en Francia, ha desaparecido en los últimos días, y hasta ahora no hemos recibido información precisa de las autoridades francesas competentes sobre su situación”, declaró.
Agregó que el ministerio se comunicó con la embajada de Francia en Teherán, y que la sección consular ha estado haciendo el seguimiento pertinente, con la esperanza de obtener información concreta lo antes posible para aliviar la preocupación de la familia.
La familia de Esfandiari contactó al ministerio tras no recibir noticias suyas durante 12 o 13 días, lo cual resultó inusual dado que las personas detenidas tienen derecho legal a comunicarse con familiares, abogados y embajadas.
En una rueda de prensa posterior, Baqai actualizó la información:“Aunque lamentablemente nuestros esfuerzos no han dado frutos, al menos hemos confirmado que se encuentra bajo custodia de la policía francesa”, dijo.“No sabemos con certeza la causa, pero sabemos que esta mujer respetable ha sido activista en apoyo al pueblo palestino y, aparentemente, había publicado contenido en solidaridad con el pueblo oprimido de Gaza”.
En declaraciones posteriores, el 7 de abril, Baqai expresó su esperanza de que el gobierno francés permita el acceso consular a Esfandiari lo antes posible, tras varias semanas de negativa, conforme al derecho internacional, y que aclare los motivos de su arresto.
La familia de Mahdieh Esfandiari calificó las acusaciones de infundadas y contrató al abogado Nabil Boudi, conocido por defender a migrantes en Francia, para que la represente.
El lunes, Boudi emitió un comunicado sobre su impactante detención:“El despacho fue contactado por la familia de la Sra. Mahdieh Esfandiari Jaliseh, traductora iraní que reside en Francia desde hace casi una década y que se encuentra en detención provisional desde el 2 de marzo en la prisión de Fresnes, tras su imputación”, indicó.
La familia expresó su profunda preocupación por varios aspectos inquietantes del caso, como la naturaleza repentina del arresto y el largo lapso de tiempo que transcurrió entre la publicación del contenido y la detención, lo que genera serias dudas sobre la urgencia o necesidad de una medida tan extrema.
Dado que el caso parece estar vinculado a la libertad de prensa, la familia exigió que se respeten escrupulosamente los principios que la protegen y se opuso a la criminalización de la expresión.“El despacho velará con la mayor firmeza por que se respeten los derechos fundamentales de la Sra. Mahdieh Esfandiari Jaliseh, en particular su derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión, tal como lo garantiza la Constitución y los compromisos internacionales de Francia”, concluyó Boudi.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.