La Plataforma de Solidaridad con la Causa Palestina publicó su pedido de condenar la barbarie sionista dentro de la Ley Contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares, en proceso de aprobación en el seno de la Asamblea Nacional bolivariana.
De igual modo, el sionismo demostró en los últimos meses hasta dónde puede llegar en sus crímenes, y sin embargo se levantan voces para justificarlos, incluso en Venezuela, "y no solo en canales de televisión privados", alertó Anderi.
En el foro se analizaron otras manifestaciones de esta ideología que ganan fuerza en el país, y algunos de sus defensores incluso participaron en conspiraciones, golpes de Estado y sabotajes en contra de la nación, detalló la periodista suramericana.
Una batalla por la humanidad
Hoy toca a Venezuela colocarse al frente de la batalla por la humanidad, aseveró la vicepresidenta de la República Bolivariana, Delcy Rodríguez, al presentar el proyecto de Ley contra el Fascismo, el Neofascismo y Expresiones Similares, cuyo debate avanza.
El documento consta de cuatro capítulos y 30 artículos, para definir sus mecanismos y marco de aplicación, y además conceptualiza el fenómeno en el contexto latinoamericano y caribeño en la actualidad.
Su propósito esencial es establecer medios "para preservar la convivencia pacífica, la tranquilidad pública, el ejercicio democrático de la voluntad popular, el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco frente a expresiones de orden fascista, neofascista o de similar naturaleza en su espacio de aplicación.
Como detalla la norma debatida en la AN, su afán es frenar posturas ideológicas y expresiones basada en motivos de superioridad racial, de origen étnico, social o nacional, cuyo método de acción política sea la violencia en cualquier grado, la discriminación y el genocidio.
Para lograr su cometido, la nueva ley valida un conjunto de medidas, como prohibir la difusión de mensajes apologéticos sobre la violencia como método de acción política, o "en contra de la democracia, sus instituciones y valores republicanos".
El texto jurídico contempla además la creación de una comisión para ventilar las situaciones de esta naturaleza y propone sanciones penales y administrativas para quienes incumplan sus disposiciones, como delito en sí mismo y como agravante especial de todo hecho punible, "cuando sea ejecutado o incrementado por motivos fascistas, neofascistas o de igual naturaleza".
De esta manera, Venezuela blinda el ejercicio de sus derechos individuales y como nación, y se protege de actos extremistas, como algunos vividos en los últimos 25 años en el país, cuya base suele ser la intolerancia, el racismo y la discriminación de toda índole.
Al decir del presidente de la AN, Jorge Rodríguez, durante la jornada para aprobar el proyecto en primera discusión, el peor delito es negar al otro su condición humana en igualdad.
"Todos los más graves crímenes contra la humanidad, desde la esclavitud, el genocidio, el exterminio, la desaparición forzada, todos tienen su origen en la concepción fascista de que el otro es inferior a ti".