TikTok busca revocar en los tribunales de EE.UU. la ley que Biden firmó en abril para obligar a su empresa matriz, la china ByteDance, a vender la plataforma o enfrentarse a la prohibición en el país.
En una batalla judicial que busca evitar la prohibición de TikTok en Estados Unidos, tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia escucharon este lunes a la plataforma, a su empresa matriz ByteDance y a un grupo de usuarios que reclaman que el veto a la aplicación viola el derecho a la libertad de expresión que garantiza la Constitución.La china ByteDance, propietaria de TikTok, declaró que no tiene intención de desprenderse de su preciada plataforma. La acción legal es, por tanto, su única opción para sobrevivir en Estados Unidos.
"La mera propiedad extranjera no puede ser una justificación, porque pondría de cabeza a la Primera Enmienda (que protege la libertad de expresión)", explicó el abogado de TikTok.Los jueces se pronunciarán sobre el caso en las próximas semanas o meses. Pero sea cual sea su decisión, es probable que llegue a la Corte Suprema de EE.UU.
Cuestiones de seguridad nacional
El Gobierno de EE.UU. defiende que la ley se refiere a cuestiones de seguridad nacional, no de libertad de expresión. También que ByteDance no puede ampararse en derechos protegidos por la Constitución.
"Dado el vasto alcance de TikTok en Estados Unidos, la capacidad de China de utilizar las funcionalidades de TikTok para lograr su objetivo general de socavar los intereses estadounidenses constituye una amenaza a la seguridad nacional de inmensa profundidad y amplitud", escribió el Departamento de Justicia.
EE.UU. estima que ByteDance puede acceder a las peticiones del gobierno chino para obtener datos sobre usuarios estadounidenses. Considera igualmente que el grupo cede a las presiones para censurar o promover determinados contenidos en la plataforma. TikTok niega estas acusaciones.
Meta prohibirá a nivel mundial cuentas de medios de comunicación estatales rusos
Por su parte, la empresa matriz de Facebook e Instagram, Meta, anunció el lunes que prohibirá a nivel mundial y en todas sus aplicaciones el acceso a medios de comunicación estatales rusos debido a "actividades de interferencia extranjera".
La prohibición se produce después de que Estados Unidos acusara a RT, antes conocido como Russia Today, y a empleados de este medio estatal de canalizar 10 millones de dólares a través de empresas fantasma para financiar ocultamente campañas de influencia en redes sociales como TikTok, Instagram, X y YouTube.
"Tras una meticulosa consideración, ampliamos nuestra aplicación de la ley en curso contra medios de comunicación estatales rusos", dijo Meta a la agencia de noticias AFP.
La agencia "Rossiya Segodnya, RT y otras entidades relacionadas ahora están prohibidas en nuestras aplicaciones a nivel mundial por actividades de interferencia extranjera".
Según una acusación presentada en Nueva York, RT tuvo que cesar operaciones formales en Reino Unido, Canadá, la Unión Europea y Estados Unidos debido a las sanciones derivadas de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
Manipulación de la opinión pública a través de redes sociales
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, reconoció en una carta fechada el 26 de agosto de 2024, que la administración Biden había presionado a la empresa para que "censurara" contenido sobre COVID-19 durante la pandemia.
"En 2021, altos funcionarios de la administración Biden, incluida la Casa Blanca, presionaron repetidamente a nuestros equipos durante meses para que censuraran cierto contenido de COVID-19, incluido el humor y la sátira, y expresaron mucha frustración con nuestros equipos cuando no estábamos de acuerdo", dijo Zuckerberg en la carta.
Meta también enfrenta críticas sobre cómo ha manejado la información respecto a la brutal ofensiva israelí sobre Gaza. Un informe de Human Right Watch afirma que las políticas y sistemas de moderación de contenidos de Meta han silenciado las voces de apoyo a Palestina en Instagram y Facebook debido a la brutal ofensiva israelí sobre Gaza.
La manera en que el contenido en redes sociales afecta la opinión pública quedó claro tras el uso que hicieron de estas desde Cambridge Analytica durante el Brexit o la campaña de Trump en el 2016.
Las grandes tecnológicas comparten datos con los gobiernos
Meta reconoce en sus documentos oficiales que comparte datos de sus usuarios con el gobierno de EE.UU. cuando le son solicitados. La misma empresa es la matriz de la popular aplicación de mensajería Whatsapp.
El gigante tecnológico Google hace lo propio y también lo explica en sus documentos oficiales. Pero una reciente orden de una corte federal de Estado Unidos obligó a la empresa a proporcionar información sobre todos los espectadores de determinados vídeos de YouTube.
Expertos en privacidad de varios grupos de derechos civiles dijeron a Forbes que creen que las órdenes son inconstitucionales porque amenazan con convertir a espectadores inocentes de YouTube en sospechosos de delitos.
¿Y las tecnológicas chinas?
En China pasa lo propio, las empresas tecnológicas -como ByteDance- además de WeChat o AliPay, comparten los datos de sus algoritmos con el gobierno.
China publicó una descripción de hasta 30 algoritmos, incluidos los de Douyin, el “TikTok chino”. En un comunicado, dijo que la lista de algoritmos se actualizaría periódicamente como intento de frenar el abuso de datos.
Beijing protege ferozmente la tecnología que se esconde detrás de estas empresas y no permite su exportación más allá de sus fronteras.Le preocupa cómo estas plataformas pueden influir en la opinión pública dentro de China y prefiere tener más control sobre su tecnología y sus datos.
La cuestión no es qué datos se comparten, sino quién tiene acceso
Todas las empresas tecnológicas importantes comparten datos con los gobiernos. Y, cuando no lo hacen –o al menos no con un gobierno en concreto– sus directores pueden ser detenidos, como ha sido el caso de Pavel Durov, fundador de Telegram.
También es innegable que las redes sociales tienen un gran impacto a la hora de conformar la opinión pública, y los gobiernos son cada vez más cuidadosos con ellas; o intrusivos.
El mismo gobierno de EE.UU. reconoce que la cuestión con TikTok no es un asunto de libertad de expresión, sino de seguridad nacional. Es decir, de la capacidad que percibe que puede tener el gobierno chino de influir en la opinión de estadounidenses, o de los datos compartidos por TikTok con este.
Y si lo consideran un asunto de seguridad nacional, es porque ellos mismos utilizan estos datos y plataformas para mantener la seguridad nacional.
TRT