Un grupo de doctores que trabajó en Gaza narra el sufrimiento de civiles heridos en los brutales ataques de Israel y culpan a EE.UU. por proporcionar las armas para la masacre.
Un grupo de médicos que regresó recientemente a Estados Unidos luego de trabajar en la devastada Gaza pidió al Gobierno de Biden que implemente un embargo de armas para Israel inmediatamente.
Los doctores aseguraron que de seguir armando a Tel Aviv, Estados Unidos sería cómplice del genocidio que se perpetra en el enclave costero.
En el marco de la Convención Nacional Demócrata, que se realiza en la ciudad de Chicago, el Dr. Tammy Abughanim sostuvo este martes que el resultado de la ofensiva israelí es "hacer que la vida sea literalmente imposible para una persona civil en Gaza".
"Cuando digo que no podemos permitirnos ni un día más de esto, y cuando ellos me dicen que no podemos permitir ni un día más esto, es literalmente cierto", dijo Abughanim, recordando las conversaciones que mantuvo con palestinos en Gaza durante su reciente trabajo allí.
"Cuando como médicos presionamos al Gobierno de Biden para que imponga un embargo de armas, lo que estamos diciendo es que no podemos realizar nuestro trabajo mientras caen bombas. No podemos hacer nuestro trabajo mientras los francotiradores israelíes apuntan a niños y civiles, y mientras los drones sobrevuelan sobre grupos de civiles” exclamó Abughanim.Luego insistió:
“No podemos realizar nuestro trabajo porque Israel ha hecho que eso sea imposible, y lo ha logrado gracias al apoyo directo de Estados Unidos", agregó el especialista en medicina de emergencia de Chicago.
Este sentimiento fue reiterado por los médicos compañeros de Abughanim, quienes describieron horrores cuya magnitud no podía ser expresada en su totalidad, según reconocieron.
“Vi la violencia genocida directamente”
"Estuve en Gaza del 25 de marzo al 8 de abril y vi directamente la violencia genocida. Vi cómo las cabezas de niños eran destrozadas por las balas que pagamos los estadounidense, no una ni dos veces, sino literalmente todos los días. Vi la destrucción atroz y sistemática de toda la ciudad de Jan Yunis. Si en esa ciudad queda una sola habitación con cuatro paredes, no puedo decirles dónde está", relató el Dr. Feroze Sidhwa.
"Vi a madres que mezclaban la poca leche artificial que podían encontrar con agua contaminada para alimentar a sus recién nacidos, porque estaban tan desnutridas que no les podían amamantar”, explicó.
“Vi niños que lloraban, no de dolor, sino porque deseaban haber muerto junto con sus familias en lugar de cargar con el recuerdo de sus hermanos y sus padres carbonizados y mutilados hasta quedar irreconocibles. Y todo, por supuesto, con armas estadounidenses", insistió.
Sidhwa subrayó que imponer un embargo de armas a Israel "no es una idea radical" y leyó en voz alta una carta transmitida por Mark Perlmutter, un médico judío-estadounidense que lo acompañó en un reciente viaje a Gaza pero que no pudo asistir a la conferencia de prensa del martes.
En la misiva, el colega de Sidhwa recuerda la "crueldad infligida a la población de Gaza", en especial a sus niños, y dice que "sigue siendo incomprensible para mí" cómo pudo suceder esto.
"Nunca antes había visto a un niño pequeño recibir un disparo en la cabeza y luego en el pecho, y nunca podría haber imaginado que vería dos casos así en menos de dos semanas”, expresó.
“Nunca antes había visto a una decena de niños pequeños gritando de dolor y terror, hacinados en una base de traumatología más pequeña que mi sala de estar, con su carne quemada llenando el espacio de manera tan agresiva que mis ojos comenzaron a arder. Nunca podría haber imaginado cómo es un hospital cuando se convierte en un campo de desplazados", sostuvo.
"Lo peor de todo es que nunca podría haber imaginado que mi gobierno estaría suministrando las armas y el financiamiento que permiten que continúe esta horrible matanza, no durante una semana, ni durante un mes, sino durante casi un año entero", añadió Perlmutter.
"Por el bien de los palestinos, por el bien de Estados Unidos, por el bien de Israel, por el bien del judaísmo y, de hecho, por el bien del derecho internacional y de toda la humanidad, por favor dejen de armar a Israel" exclamó.
Varios doctores que hablaron en la conferencia de prensa del martes sostuvieron que las restricciones de Israel les impiden obtener medicamentos muy necesarios, incluidos analgésicos que alivian el sufrimiento de los heridos.
La brutal ofensiva de Israel contra la sitiada Gaza ha Un grupo de médicos que regresó recientemente a Estados Unidos luego de trabajar en la devastada Gaza pidió al Gobierno de Biden que implemente un embargo de armas para Israel inmediatamente.
Miles de personas han muerto bajo los escombros de casas bombardeadas mientras unos 10.000 palestinos han sido secuestrados por tropas israelíes.
Sin embargo, unos 45 médicos, cirujanos y enfermeras estadounidenses que han trabajado como voluntarios en Gaza desde octubre pasado dicen que el probable número de muertos por la ofensiva genocida de Israel "ya es superior a 92.000".
Asimismo, según un estudio publicado en la revista Lancet, los efectos acumulativos de la guerra de Israel en Gaza podrían significar que el verdadero número de muertos sería de más de 186.000 personas.
El apoyo de Estados Unidos a Israel
Protestas mutitudinarias a favor de Palestina se han realizado frente a la Convención Nacional Demócrata en Chicago, la cual se celebra antes de las elecciones presidenciales de noviembre. El Gobierno de Biden, que ha brindado un apoyo desenfrenado a Israel, se enfrenta a la presión interna por Gaza.
Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, Estados Unidos es con diferencia el mayor proveedor de armas a Israel, con más del 70% de sus importaciones de armas provenientes de Washington.
Armas de fabricación estadounidense fueron fotografiadas varias veces durante ataques israelíes en Gaza, aunque las autoridades del país se negaron a confirmarlo, y ha continuado armando a Tel Aviv, a pesar de las alarmantes bajas civiles en el enclave.
Estados Unidos otorga a Israel 3.800 millones de dólares anuales en subsidios militares y a menudo le protege en las Naciones Unidas y en otros organismos internacionales.
TRT