Tras esas declaraciones, el jefe de Estado fue objeto de críticas a nivel nacional, donde se le llamó "el señor de la guerra".
Dirigentes de todos los partidos políticos acusaron a Macron de arrastrar a París al conflicto, de frivolidad, y le reprocharon que no consultara al Parlamento sobre estas cuestiones.Comentando las palabras del presidente francés, desde el Kremlin indicaron que tal desarrollo conduciría inevitablemente a un choque militar directo entre Rusia y la OTAN. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, calificó de importante novedad el mero hecho de discutir la posibilidad de enviar "algunos contingentes a Ucrania".
En una entrevista con el director general del grupo mediático Rossiya Segodnya, al que pertenece Sputnik, Dmitri Kiseliov, el presidente ruso, Vladímir Putin, supuso que Macron estaba resentido con Moscú por la supuesta expulsión de Francia de África por parte de Rusia.
De hecho, la parte rusa no ha expulsado a nadie, aseguró, y los países africanos han optado por cooperar de forma independiente con los operadores económicos rusos.
Putin también comentó las declaraciones del jefe del Estado francés sobre la cuestión ucraniana.
El mandatario ruso advirtió de que la introducción del contingente europeo en Ucrania no cambiaría en nada la situación en el campo de batalla y solo acarrearía graves consecuencias para Kiev.
En respuesta a las palabras de Macron sobre la falta de líneas rojas de Francia con respecto al apoyo a Ucrania, el presidente indicó que Rusia tampoco tendría líneas rojas contra los Estados con ese enfoque.
Putin también destacó que Francia podría desempeñar un papel en la resolución pacífica del conflicto de Ucrania, "no todo está perdido todavía".