Tel Aviv atacó a fuerzas de paz de la ONU en el sur del Líbano, en una clara violación del derecho internacional que causó indignación a nivel global. A su vez, lanzó una ofensiva letal en Beirut.
En medio de bombardeos indiscriminados en Gaza y Beirut, el Ejército de Israel atacó este jueves a fuerzas de paz de la ONU en el sur del Líbano. Esta agresión, que constituye una grave violación del derecho internacional, generó una ola de condenas por parte de líderes de todo el mundo.
“Dos miembros de las fuerzas de paz resultaron heridos después de que un tanque Merkava del Ejército de Israel disparara su arma hacia una torre de observación del cuartel general de UNIFIL en Naqoura, impactando directamente contra ella y provocando su caída”, confirmó la Fuerza Provisional de la ONU para el Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés).Ahora bien, no es la primera vez que el ejército israelí ataca posiciones de la ONU en la zona. La misión, que opera a lo largo de la Línea Azul de separación entre los dos países, indicó que “el cuartel general de UNIFIL en Naqoura y las posiciones cercanas han sido repetidamente atacadas”.
En un comunicado, dijo que el miércoles soldados israelíes dispararon deliberadamente contra las cámaras de vigilancia del perímetro de la posición y las inutilizaron. Añadió que soldados israelíes también dispararon contra otra posición de la ONU en Ras Naqoura, alcanzando la entrada del búnker donde se refugiaban las fuerzas de paz y dañando vehículos y un sistema de comunicaciones. Además, se observó un avión no tripulado israelí volando dentro de la posición de la ONU hasta la entrada del búnker.
El secretario general de la ONU, António Guterres, enfatizó que lo ocurrido “es intolerable y no puede repetirse", ya que todo ataque deliberado contra las fuerzas de paz constituye una grave violación del derecho internacional humanitario y de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad.
Esta resolución, aprobada por el Consejo de Seguridad en 2006, autorizó que fuerzas de paz de las Naciones Unidas estén presentes en el sur del Líbano con el objetivo de supervisar el cese de las hostilidades tras el fin de la guerra entre Israel y Hezbollah.
Además, apoyarían a las fuerzas libanesas mientras Israel se retiraba del sur del Líbano y garantizarían el regreso seguro de las personas desplazadas.
También estableció la denominada “Línea Azul”, una zona de amortiguación que se extiende a lo largo de 120 km a lo largo de la frontera sur del Líbano y la frontera norte de Israel.
Esta línea es considerada “clave para la paz en la región” y uno de los elementos centrales de la resolución 1701.Siempre que las autoridades israelíes o libanesas deseen llevar a cabo actividades cerca de la Línea Azul, la UNIFIL pide que lo notifiquen con antelación, lo que permite a la misión de la ONU mantener informadas a las autoridades de todas las partes y reducir al mínimo los malentendidos que podrían conducir a un aumento de las tensiones.Sin embargo y a pesar de que constituye una grave violación del derecho internacional, Tel Aviv atacó las posiciones de las fuerzas de paz.
La agresión de Israel suscitó protestas por parte de Ankara, Washington, París, Roma, Madrid, Dublín y Yakarta. Además, el Consejo de Seguridad convocó a una reunión anticipada en Nueva York.Türkiye fue uno de los primeros en condenar la agresión.
"El ataque de Israel contra las fuerzas de la ONU, tras sus masacres de civiles en Gaza, Cisjordania (ocupada) y el Líbano, es una manifestación de su percepción de que sus crímenes quedan impunes. La comunidad internacional tiene la obligación de garantizar que Israel respete el derecho internacional", afirmó un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores turco.Añadió que Türkiye seguirá impulsando todas las iniciativas que tengan como objetivo fomentar la paz en la región de conformidad con el derecho internacional.
España también condenó enérgicamente los disparos israelíes que alcanzaron la sede de las fuerzas de paz. Este país, que dirige la fuerza, pidió que se "garantice" la seguridad de los cascos azules.Por su parte, Chile anunció su firme respaldo “al trabajo que desarrolla UNIFIL, integrado por efectivos de distintas nacionalidades, incluido dos oficiales chilenos, para apoyar el retorno a la estabilidad en dicho país (Líbano), en virtud del mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.
También la Unión Europea (UE) criticó el ataque. El alto responsable de la política exterior de la UE, Josep Borell, afirmó que es un "acto inadmisible y sin justificación" de Israel, añadiendo que "se ha cruzado peligrosamente otra línea en el Líbano". “La UE reitera su pleno apoyo a la UNIFIL, a su misión bajo mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a sus tropas”, agregó.También los gobiernos de Irlanda, Italia, Países Bajos, Finlandia, entre otros, condenaron lo ocurrido y señalaron que es un hecho extremadamente grave.
Mientras tanto, un ataque de Israel mató este jueves por la noche a 22 personas en el centro de Beirut.El bombardeo –uno de los más mortíferos desde que Tel Aviv expandió su ofensiva al Líbano– fue en barrios residenciales densamente poblados. Además de los fallecidos, resultaron heridas 117 personas, informó el Ministerio de Salud libanés
.Por otro lado, Hezbollah aseguró haber frustrado intentos de infiltración israelí en el sur del país y haber lanzado ataques contra varios objetivos en el norte de Israel. Además, afirmó haber "destruido un tanque israelí que avanzaba" hacia Ras Al Naqura y haber disparado cohetes contra otro frente israelí cerca de la ciudad fronteriza de Mais Al Jabal.
Desde que comenzó el intercambio de artillería entre Israel y Hezbollah, más de 2.000 personas han muerto en el Líbano, de las cuales 1.200 fallecieron desde la intensificación de los bombardeos israelíes el 23 de septiembre, según un recuento realizado por AFP en base a cifras oficiales.
Mientras tanto, los ataques de Tel Aviv contra Gaza han matado a 42.126 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y herido a 98.117, según cifras del Ministerio de Salud del enclave.
FUENTE: TRT Español y agencias