TEL AVIV (Sputnik) — Hizbulá anunció que había atacado la sede del servicio de inteligencia exterior israelí Mosad con un misil balístico Qader 1, en respuesta a los asesinatos selectivos y las explosiones de dispositivos de comunicación.
"Un misil balístico Qader fue disparado contra el Mosad en los suburbios de Tel Aviv", decía el comunicado de la organización en Telegram.
Hizbulá culpa al servicio de espionaje israelí de los asesinatos selectivos de sus miembros, así como de las explosiones de bíperes y walkie-talkies que dejaron más de 30 muertos y unos 3.000 heridos la semana pasada.
Esta mañana del 25 de septiembre, las sirenas de advertencia de misil entrante sonaron en la capital económica de Israel, Tel Aviv, cuando un solo misil tierra-tierra fue interceptado por los sistemas de defensa aérea después de haber sido detectado cruzando desde el Líbano, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
No hubo informes de daños o víctimas y el Ejército informó que no hubo cambios en las instrucciones de defensa civil para el centro de Israel.
Israel y el Líbano se encuentran en una guerra no declarada desde el pasado 8 de octubre, cuando Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones suicidas hacia las comunidades del norte de Israel como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, que a su vez respondió a cada ataque.
Las acciones, tanto de Israel como de Hizbulá, se han ido incrementando, y se teme que el conflicto pueda convertirse en una guerra abierta o, incluso, una regional.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sostienen que los ataques que emprende en los últimos días están dirigidos contra Hizbulá. Según el Ministerio de Salud libanés, la oleada masiva de ataques aéreos de Israel en el sur y el este del Líbano del lunes provocaron al menos 560 muertes, y 1.645 personas resultaron heridas.
SPUTNIK