Contradiciendo los principios que dice representar—legalidad, igualdad, derechos humanos—, Francia salió en defensa del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ante la orden de arresto que emitió la Corte Penal Internacional (CPI), a pesar de que París es signatario y se adhirió al Estatuto de Roma, el tratado internacional sobre el que se basa la CPI.
El alto tribunal ordenó la detención de Netanyahu el pasado 21 de noviembre, así como la del ministro de Defensa Yoav Gallant, bajo acusaciones de crímenes de guerra y lesa humanidad. Sin embargo, Francia consideró que Netanyahu tiene “inmunidad” ante esta medida, pues Israel no forma parte del Estatuto de Roma. La decisión desató controversia y críticas de organizaciones de derechos humanos. Otros países, incluida Italia, también han cuestionado la legalidad de la orden.
De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia declaró en un comunicado que seguirá trabajando estrechamente con Netanyahu.
París tardó casi una semana en adoptar una postura clara frente a las órdenes de arresto de la CPI. Su posición se anunció hasta este miércoles, justo un día después de que se diera a conocer el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbollah en Líbano.Inicialmente, Francia había señalado que Tel Aviv debería responder ante la Corte Penal Internacional. Sin embargo, el 22 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió una segunda declaración cambiando de postura en medio de preocupaciones de que Israel pudiera hundir los esfuerzos para un alto al fuego en el Líbano. También destacó que la orden de arresto simplemente “formaliza una acusación”.
El ministerio también mencionó que el Estatuto de Roma estipula que ningún país está obligado a actuar en contra de sus compromisos “relacionados con las inmunidades de los Estados que no son miembros” del alto tribunal.
“Estas inmunidades se extienden al primer ministro Netanyahu y a otros ministros importantes, y deberán ser consideradas en caso de que la CPI solicite su arresto y entrega”, agregó el comunicado.
El comunicado también se refirió a lo que llamó la “amistad histórica entre dos países” comprometidos con el “Estado de derecho”. En esa línea afirmó que Francia tiene la intención de seguir trabajando estrechamente con Netanyahu y otras autoridades israelíes “para lograr la paz y la seguridad para todos en el Oriente Medio”.
La posición contrasta con las protestas en Francia que han pedido reiteradamente la ruptura de relaciones con Israel y el fin del envío de armas a ese país.
Los ataques en Gaza continúan
Mientras Francia reafirma su apoyo a Netanyahu, Israel continuó atacando diferentes áreas de Gaza, dejando al menos 13 personas muertas este jueves en dos ataques aéreos y de artillería, según informó la agencia de noticias palestina WAFA.
En el primer bombardeo, cuatro personas murieron y varias resultaron heridas tras un ataque con drones en Abasan, al este de Jan Yunis, en el sur de Gaza. Según testigos, las bombas impactaron cerca de un campamento de desplazados, causando además daños en la zona.
Horas después, un ataque de artillería en el campo de refugiados de Al-Nuseirat, en el centro de Gaza, dejó un saldo de nueve muertos y varios heridos. Fuentes locales describieron el ataque como uno de los más intensos registrados en la zona recientemente.
En paralelo, se reportaron bombardeos que destruyeron edificios residenciales en el barrio de Al-Yanina, en Rafah, al sur, y en Yabalia, en el norte de Gaza, profundizando la devastación en la región.
Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha intensificado brutalmente su ofensiva militar sobre Gaza, desatando una destrucción sin precedentes. Sus acciones militares han matado a más de 44.235 personas, en su mayoría mujeres y niños.
Sin embargo, estas cifras podrían ser mucho mayores, ya que miles de víctimas siguen atrapadas bajo los escombros y en las calles, a las cuales los equipos de rescate y ambulancias no pueden acceder. Además, los incesantes ataques han sido acompañados por un bloqueo asfixiante de la ayuda humanitaria, que exacerba aún más el infierno que viven los palestinos del enclave.
TRT