Los principales candidatos son el izquierdista Yamandú Orsi y el conservador Álvaro Delgado.
A dos semanas de que se realicen las elecciones presidenciales de Uruguay, el clima político en el país sudamericano es de plena incertidumbre, ya que ninguno de los candidatos concita el respaldo necesario para ganar en primera vuelta.
El próximo 27 de octubre, alrededor de 2,7 millones de ciudadanos elegirán presidente, 30 senadores y 99 diputados, al tiempo que participarán en dos plebiscitos sobre seguridad y jubilaciones.
En caso de que ese día ningún aspirante presidencial supere el 50 % de los votos, el 24 de noviembre se realizará una segunda vuelta electoral entre las dos fórmulas más votadas.
Después de las elecciones primarias que se realizaron el pasado 30 de junio, se definieron 10 candidaturas presidenciales, pero la competencia quedó centrada en los abanderados del opositor Frente Amplio, Yamandú Orsi; y del oficialista Partido Nacional, Álvaro Delgado, ya que entre ambos obtienen casi el 70 % de la intención de voto en todas las encuestas.
En un lejano tercer lugar aparece Andrés Ojeda, del tradicional Partido Colorado, que gobernó al país durante casi un siglo (1865-1959).
Los otros candidatos en la contienda tienen una intención de voto casi marginal. Se trata de Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Gustavo Salle (Identidad Soberana), Pablo Mieres (Partido Independiente), Gonzalo Martínez (Asamblea Popular), Eduardo Lust (Partido Constitucional Ambientalista), César Vega (Partido Ecologista Radical Intransigente), Guillermo Franchi (Partido por los Cambios Necesarios) y Martín Pérez Banchero (Partido Avanzar Republicano).
El oficialismo comenzó la carrera electoral en desventaja, ya que en las elecciones primarias los precandidatos del Frente Amplio triunfaron con el 42 % de los votos, lo que convirtió a la oposición en la fuerza más votada.Pero más de tres meses después, Orsi no logró aumentar de manera significativa los apoyos electorales y hoy cuenta con una intención de voto de entre el 43 % y el 44 %, de acuerdo con un reporte realizado por el portal La Diaria, que aglutina los estudios de las principales encuestas.
Delgado, en tanto, avanza en segundo lugar. En solitario, el respaldo al Partido Nacional oscila del 21 % al 28 %, pero si suma los apoyos del resto de las fuerzas que integran la Coalición Republicana (Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido de la Gente y Partido Independiente) y que lo apoyarán en un eventual balotaje, su caudal aumenta a un rango de 36 % a 49 %. Esto implica un virtual empate técnico.
A favor de la fórmula opositora juega el papel de Mujica, el exmandatario que conservó altos niveles de imagen positiva después de terminar su gestión, así como la unidad partidaria que alcanzó el Frente Amplio para enfrentar estas elecciones.
Delgado, por su parte, es un veterinario que, hasta su postulación, se desempeñó como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou, el mandatario que no se pudo postular porque la Constitución uruguaya impide la reelección consecutiva y que decidió impulsar a su principal colaborador en el Gobierno.
La campaña oficialista quedó envuelta en la polémica cuando Delgado, quien se promueve como "el sucesor" de Lacalle Pou, anunció que su compañera de fórmula y candidata a la vicepresidencia sería Valeria Ripoll, una exmilitante del Partido Comunista y exdirigente sindical que recién durante esta campaña cambió de bando político para militar en el conservador Partido Blanco.
Durante la campaña, Orsi ha retomado los logros de los gobiernos frenteamplistas de Vázquez y Mujica, además de que sumó propuestas novedosas para reactivar la economía, mejorar los salarios y la seguridad (uno de los principales problemas para los uruguayos), así como reducir de manera prioritaria la pobreza.
Esta semana, el principal candidato opositor planteó los ejes de su política exterior que pretende aplicar y que está basada en la apertura comercial y política con otros países y bloques, pero sin descuidar el Mercado Común del Sur (Mercosur) que Uruguay integra junto con Argentina, Brasil y Paraguay.
"Uruguay tiene que abrirse al mundo, no tenemos otra chance como país pequeño y para eso hay que avanzar en las negociaciones con China (…) Hay que hacer más viable y potente el Mercosur. No debemos encerrarnos en una sola opción. Debemos analizar y adaptarnos a la volatilidad que el mundo hoy nos presenta con clara y firme vocación democrática, opuesta y rechazando fuertemente toda opción de violencia y terrorismo", señaló.
Delgado, en tanto, promete continuar las políticas de Lacalle Pou y asegura que es el único candidato que puede garantizarle previsibilidad a los inversores y fortalecer la economía.Con respecto al Mercosur, también plantea profundizar la independencia en la toma de decisiones con respecto a sus socios regionales.
En el plano internacional, ya afirmó que tiene coincidencias con el presidente de Argentina, Javier Milei."Hay algunas señales de que la relación (Uruguay-Argentina) va a ser de las mejores (…) Vamos en sintonía con Milei en la idea de hacer un Mercosur más flexible al mundo", aseguró.
RT