En la tarde del domingo 18 de agosto, Sami Barhoom, periodista de TRT Arabi, acababa de cubrir una noticia desde un cementerio turco cerca al proyecto de viviendas financiadas por Austria en la ciudad de Jan Yunis, en el norte de Gaza.
Poco después de que este periodista palestino de 33 años terminara su asignación, justo mientras conducía con su compañero Hazem El Baz, resultó atrapado de repente en una lluvia de balas que impactaban el vehículo.
Francotiradores israelíes, ubicados en edificios residenciales en la zona de Hamad, en el noroeste de Jan Yunis, intentaban eliminarlos.
“Estábamos en una asignación periodística para reportar sobre la aglomeración de tumbas con cadáveres y la ausencia de espacios para enterrar a más muertos palestinos”, le relató Barhoom por teléfono a TRT World .
“Nos atacaron con balas reales de forma directa y deliberada”, afirmó. “Está claro que nos atacan de forma intencional porque saben que representamos a los medios oficiales turcos, y saben que las posturas oficiales, gubernamentales y populares turcas rechazan la ofensiva en curso en Gaza”, añadió Barhoom.
Las balas atravesaron el parabrisas del coche y destrozaron el capó, lo que causó fallas en el motor.
“No tuve otra opción que bajarme del auto y arrastrarme por el suelo unos metros. Mientras estaba tendido en el suelo, los disparos continuaron durante unos 15 minutos”, recuerda Barhoom.
El periodista y su fotógrafo se refugiaron en una zona arenosa durante 30 minutos bajo un intenso ataque de francotiradores mientras las balas rebotaban en la arena.
Una bala rozó la mano derecha de Barhoom y lo hirió levemente.Ahora bien, este no es el primer ataque del que es víctima el equipo de Barhoom. De hecho, han sufrido cuatro ataques “directos”, incluido el más reciente, cuando cubrían diferentes historias en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Un ataque detrás de otro contra el periodista de TRTEl primer ataque ocurrió en el campo de Jabalia, la zona de Gaza con mayor población de refugiados, a finales de octubre. El Ejército de Israel atacó una plaza residencial y mató a decenas de personas en una terrible masacre. “Sobrevivimos de milagro”, señaló Barhoom.
El segundo ataque fue a mediados de noviembre en el hospital Al-Shifa, el mayor complejo médico en el enclave y blanco de repetidos bombardeos israelíes que lo dejaron en ruinas. Durante el ataque, decenas de personas murieron, afirma Barhoom, cuyo equipo sobrevivió a la masacre.
El tercer ataque directo al equipo se produjo en abril, en el campamento de Nuseirat. En este bombardeo resultaron heridos tanto Barhoom como su camarógrafo Sami Shehadeh, a quien le tuvieron que amputar un pie.
“Mi mensaje a la comunidad internacional que nos está viendo directamente es: ¿Somos periodistas y llevamos armadura? ¿Por qué nos ven con casco? ¿Por qué?”, preguntó Shehadeh en una entrevista a mediados de abril después del ataque de ese momento.
Barhoom también llamó la atención sobre el grave hecho de que el Ejército de Israel ataque a periodistas con total impunidad, mientras la comunidad mundial limita sus respuestas a simples condenas ante los horribles crímenes de Tel Aviv desde el comienzo de la agresión el 7 de octubre.
“Esta es una zona de combate y el ejército israelí nos trata a los periodistas, igual a como trata a los residentes: matándonos y atacándonos directamente”, afirma Barhoom.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), al menos 108 periodistas y trabajadores de medios de comunicación palestinos fueron asesinados por ataques israelíes. Además, 52 periodistas fueron arrestados por Tel Aviv y los ataques han herido a decenas más.
Este grave hecho marca “el período más letal para los periodistas” desde que el CPJ comenzó a recopilar sus datos sobre muertes de periodistas en 1992.
"Con más del 12% de los periodistas de Gaza muertos, es una tasa de mortalidad inusualmente alta (incluso) para los soldados de infantería", dijo Tim Dawson, secretario general adjunto de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la agencia de noticias Anadolu.
Más de 40.000 palestinos, la mayoría niños y mujeres, han sido asesinados por el ejército israelí desde octubre.
La ignorancia y pasividad de la comunidad internacional permite que los israelíes puedan atacar a periodistas. En consecuencia, “solo lleva a que estén más decididos” a continuar matando, hiriendo y arrestando a quienes hacen su trabajo en Gaza, dijo el camarógrafo amputado Shehadeh.
“Yo terminaré mi trabajo. ¿Terminarán ustedes el suyo o nos traicionarán?”, se preguntó Shehadeh, en referencia a la comunidad internacional.
Barhoom, al igual que Shehadeh, se encontraban de servicio “para completar” su trabajo.
“El cubrimiento noticioso no se detendrá. Les estoy hablando desde el terreno y cada vez que nos veamos expuestos a un ataque israelí, volveremos al lugar inmediatamente por responsabilidad profesional y humanitaria”, dice Barhoom, instando a que la entrevista termine rápido porque está “muy ocupado”.
“Nuestra cobertura de prensa a través de la cadena TRT no se detendrá”, concluye.
TRT