04 Feb
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Estados Unidos incrementó la presión sobre Panamá por el control del canal, en medio de una visita del secretario de Estado, Marco Rubio, al país latinoamericano. Este domingo, el jefe máximo de la diplomacia estadounidense le dio un ultimátum a la nación, tras reunirse con el presidente panameño, José Raúl Mulino, al advertir que Washington tomará "medidas" si continúa la "influencia" china en el canal.

Rubio "dejó claro que este 'statu quo' es inaceptable y que, a falta de cambios inmediatos", Estados Unidos tomará "las medidas necesarias para proteger sus derechos", aseguró Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.

Además, el secretario indicó que para el presidente Donald Trump esa "influencia" de China es "una amenaza para el canal y una violación" de los tratados bilaterales por los cuales Estados Unidos entregó a Panamá el control de la vía en 1999, agregó Bruce.

Tras el encuentro con Rubio, Mulino dijo haber defendido que no existe interferencia china sobre esta ruta por la que pasa el 5% del comercio marítimo mundial, y aseguró que la conversación fue "respetuosa". "No siento que haya ninguna amenaza en este momento real contra el tratado, la vigencia y mucho menos de uso de fuerza militar para apoderarse del canal, no siento eso", declaró Mulino.

Ese mismo domingo, Trump volvió a advertir que va a “recuperar” el canal de Panamá, o de lo contrario, algo "muy potente" ocurrirá. En su intervención, Trump fue contundente: “Vamos a recuperarlo, o algo muy potente va a suceder”. Aunque luego matizó que no cree "que sean necesarias tropas en Panamá".

La molestia de Estados Unidos responde principalmente a la creciente influencia de China en América Latina, particularmente en torno al canal de Panamá. Aunque la vía interoceánica está bajo el control de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Washington sostiene que Beijing ha logrado establecer una presencia estratégica a través de una empresa de Hong Kong que opera puertos en ambos extremos del canal, por donde pasa el 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos.

“La soberanía del canal no está en discusión”

En respuesta a las crecientes presiones, el presidente Mulino reiteró que “la soberanía sobre el canal no está en discusión”. También señaló que no ve ninguna “amenaza real” de una intervención militar estadounidense.

Con respecto a los dos puertos del canal operados por una empresa china, Mulino explicó al secretario de Estado que hay una auditoría en marcha sobre su funcionamiento y le pidió esperar a conocer los resultados de las mismas. También señaló que le corresponde a las autoridades que gestionan el canal, y no a su gobierno responder a las inquietudes de Trump sobre la supuesta influencia china.

Mulino además informó, como muestra de transparencia, que Panamá no renovará un acuerdo con China sobre la “Ruta de la Seda”, en un intento por calmar las preocupaciones de Washington. Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense se mantuvo firme en sus demandas de cambios inmediatos para garantizar que no haya ningún riesgo para los intereses de Estados Unidos en el canal.

La visita de Rubio a Panamá es el primer viaje que hace como secretario de Estado y también la primera parada de una gira que también incluye visitas a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.

La inmigración, otro tema sobre la mesa

Rubio y Mulino también también abordaron la cuestión de la inmigración durante su reunión. El portavoz Bruce dijo que Rubio enfatizó la importancia de los esfuerzos de colaboración para poner fin a la crisis de inmigración ilegal en el hemisferio y agradeció a Mulino por su apoyo a un programa conjunto de repatriación, que ha reducido la migración ilegal a través del Tapón del Darién.

Mulino dijo que destacó que la presencia de inmigrantes indocumentados ha disminuido. "Creo que la disminución de inmigrantes indocumentados continuará", dijo el líder panameño.

El presidente de Panamá también señaló que le ofreció al secretario de Estado ampliar con Washington un acuerdo para que Estados Unidos use una pista aérea en el Darién como puente para deportar a migrantes de otros países.

Manifestaciones contra la visita de Marco Rubio

Durante la visita de Rubio a Ciudad de Panamá, cientos de personas se manifestaron en rechazo tanto a su presencia como a las crecientes presiones de Estados Unidos sobre el canal. La protesta, convocada por la Alianza del Pueblo Unido por la Vida, recorrió varios sectores de la ciudad, desde el Parque Porras, en el centro de la ciudad, hasta los alrededores de la Presidencia, donde Rubio se reunió con el presidente Mulino.

Los manifestantes, en su mayoría miembros del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), corearon consignas como "¡Fuera Rubio de Panamá!", "¡Un solo territorio, una sola bandera!" y "¡Panamá no está en venta!". A medida que avanzaba la marcha, la tensión aumentó y algunos manifestantes quemaron y pisotearon imágenes de Donald Trump y Marco Rubio.

El canal de Panamá

El canal de Panamá, una de las infraestructuras más emblemáticas del comercio global, ha sido históricamente un punto de fricción en las relaciones entre Estados Unidos y Panamá.Su historia, marcada por control estadounidense, dio un giro definitivo en 1999, cuando, tras largos años de negociaciones, el canal fue finalmente entregado a Panamá. Sin embargo, las recientes amenazas del presidente Donald Trump han reavivado el debate sobre el futuro de esta vital arteria interoceánica.

La historia del canal comienza en 1914, cuando Estados Unidos completó la construcción de una vía de 80 kilómetros que conecta los océanos Atlántico y Pacífico. Este proyecto, que costó miles de vidas, principalmente de trabajadores de origen africano y caribeño, fue concebido como una obra maestra de ingeniería. A partir de ese momento, Estados Unidos mantuvo el control exclusivo de la vía, gestionándola como una de sus principales rutas comerciales.

Sin embargo, las tensiones no tardaron en surgir. En 1964, después de una serie de disturbios mortales protagonizados por panameños indignados por el control extranjero, la situación se volvió insostenible. La protesta reflejaba un descontento generalizado con la presencia estadounidense en territorio panameño. Fue entonces cuando, bajo la presidencia de Jimmy Carter, ambos países iniciaron un proceso de negociación que culminaría en 1977 con la firma de los acuerdos Torrijos-Carter, que establecían la transferencia gradual del canal y sus zonas adyacentes a Panamá.

A lo largo de los años siguientes, las relaciones entre ambos países fueron evolucionando, hasta que, finalmente, en diciembre de 1999, Estados Unidos entregó formalmente el control del canal a Panamá. Para muchos, este fue un acto de justicia histórica que reconocía la soberanía del país centroamericano. El entonces presidente Jimmy Carter consideraba este acuerdo como un imperativo moral, señalando la necesidad de respetar la soberanía del país.

Sin embargo, las palabras del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han vuelto a poner en cuestión el futuro del canal. La creciente incertidumbre sobre la posición de Estados Unidos respecto a la vía interoceánica se suma a las tensiones comerciales que Trump ha generado con otros socios internacionales, como México, China y Canadá, a quienes impuso aranceles este domingo.

A pesar de que no se han detallado aún las posibles acciones de Washington, el ambiente se ha tensado y ha reavivado el debate sobre el papel crucial que juega el canal en la economía global.



TRT




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