La Comisión para Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros denunció este lunes las torturas y abusos cometidos por el Servicio Penitenciario de “Israel” (IPS) contra las detenidas palestinas en la cárcel de Damun.
En un comunicado, el organismo palestino detalló que la visita de su abogado a la instalación constató las políticas de aislamiento adoptadas por el IPS contra ellas.
Durante un encuentro con un grupo de mujeres detenidas, el jurista confirmó el sufrimiento cotidiano y las difíciles condiciones de vida en esa instalación, señaló.
La comisión alertó que el objetivo de esa estrategia es destruir la humanidad y las condiciones mentales de las reclusas.
Como ejemplo citó la falta de papel y otros recursos necesarios para las mujeres.
El organismo reveló el caso de la prisionera “H.S”, arrestada en su vivienda frente a sus hijos y miembros de su familia, tras lo cual le vendaron los ojos y la trasladaron a un centro de interrogación, donde fue sometida a palizas e insultos.
La situación general de todas ellas es sumamente difícil y preocupante, confirmó la institución.
En marzo último la Comisión y el Club de Prisioneros palestinos detallaron en un comunicado conjunto ejemplos de los maltratos contra las mujeres.
Los testimonios fueron recogidos por los equipos legales de ambas organizaciones que entrevistaron a las mujeres, quienes prefirieron mantener el anonimato por temor a represalias, destacaron.
“Tras mi arresto, me ataron fuertemente con esposas de plástico, me vendaron los ojos y me obligaron a caminar una larga distancia”, relató una de ellas.
Cuando llegamos al lugar de detención, pedí ir al baño, pero me lo negaron, cuando insistí, una de las soldados me empujó de manera brutal y otro militar me golpeó el pecho con su arma, apuntó.
Otra contó como la ataron y le vendaron los ojos, para luego ser trasladada a un campo, donde un perro de la policía intentó morderla.
El Club y la Comisión afirmaron entonces que el centro de detención de Hasharon es “una estación de abuso y humillación contra las detenidas”.
Precisamente, una de ellas denunció que allí fue sometida a un cacheo desnuda y recluida en una celda no apta para la vida humana.
“Fue la peor noche que había vivido (…) La celda estaba muy fría y había un baño que olía muy mal y sucio”, detalló.
Una prisionera explicó que fue encerrada en Hasharon en una habitación cuyo piso estaba lleno de agua.Además de las políticas de aislamiento, las detenidas criticaron los pocos alimentos suministrados por las autoridades penitenciarias.
AL MANAR