10 Aug
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Tras varios meses de tensas relaciones diplomáticas, la ausencia de representantes de Brasil en un evento clave para el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, resultó en la expulsión de ambos embajadores.

Brasil y Nicaragua expulsaron a sus respectivos embajadores este jueves, en medio de una creciente tensión diplomática que se acentuó con la ausencia de representantes del Gobierno brasileño en un evento significativo para el presidente nicaragüense, Daniel Ortega.

El distanciamiento entre Ortega y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que solían ser aliados, creció en el último año y llegó a su punto más alto esta semana. Según indicaron fuentes diplomáticas a AFP, el Gobierno de Nicaragua protestó por la ausencia de la embajadora del país sudamericano, Breno Souza da Costa, en las celebraciones por el aniversario número 45 de la revolución sandinista en Nicaragua, una conmemoración significativa para Ortega, ya que fue el acontecimiento que le permitió llegar al poder.

Aunque De Souza no fue el único diplomático ausente en la ceremonia, el Gobierno del país centroamericano le pidió que abandonara el país.

Poco después, Brasilia respondió de la misma forma. El Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró en un comunicado que había decidido expulsar a la embajadora nicaragüense, Fulvia Patricia Castro Matu, “como resultado de la aplicación del principio de reciprocidad a la medida adoptada por el gobierno nicaragüense sobre el embajador brasileño en Managua”. Sin embargo, precisó que la salida de su embajador no representa una ruptura total de las relaciones con Managua.

Por su parte, el Gobierno de Ortega indicó que ambos embajadores habían dejado sus puestos, pero no mencionó que habían sido expulsados ni dio detalles sobre los motivos para ello.

La representante de Brasil "ha salido de nuestro país, de nuestra Nicaragua, y de igual manera nuestra embajadora (…) está en camino a nuestra patria", señaló a medios estatales la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo.

¿Por qué aumentó la tensión entre Brasil y Nicaragua?

Las relaciones entre los dos países de izquierda se han enfriado desde que Ortega desoyó los intentos de su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de mediar —a petición del Papa Francisco— en las conversaciones para ayudar a liberar a un obispo encarcelado en Nicaragua.

El presidente nicaragüense sostiene que la Iglesia católica apoyó las protestas de 2018 contra el Gobierno, que dejaron más de 300 muertos según la ONU, y que Managua considera un intento de golpe de Estado patrocinado por Estados Unidos. Los obispos forman parte de un grupo de 13 sacerdotes nicaragüenses que fueron puestos bajo arresto domiciliario en la ciudad norteña de Matagalpa, acusados de tener responsabilidad en el intento de golpe.

En enero de 2024, Nicaragua liberó a 2 obispos, 13 sacerdotes y 3 seminaristas, y los envió a Roma. Luego, este jueves el gobierno de Ortega precisó que había liberado a otros siete sacerdotes detenidos la semana pasada. Sin embargo, no se conocen detalles sobre la situación actual de los otros 6 sacerdotes.



TRT




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