El Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha condenado al Estado paraguayo por el asesinato de dos niñas de 11 años durante un operativo militar en 2020, calificando el hecho como un crimen de lesa humanidad.
Este fallo fue dado a conocer en una conferencia de prensa realizada en la sede la de la CTA Autónoma de la ciudad de Buenos Aires, convocada por organizaciones de derechos humanos, sindicales y sociales, junto con la Gremial de Abogados y Abogadas y la Campaña Internacional de Solidaridad. El caso ha desatado una ola de indignación y exigencias de justicia a nivel internacional.
El fallo de la ONU: una condena histórica
El Comité de los Derechos del Niño determinó que Paraguay violó gravemente el derecho a la vida de Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba, quienes fueron asesinadas en Yby Yaú, a 370 kilómetros al norte de Asunción, durante un operativo de la Fuerza de Tarea Conjunta Paraguaya contra el grupo Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El informe, resultado de una investigación confidencial, reveló que las autoridades paraguayas intentaron encubrir el incidente, afirmando inicialmente que las víctimas tenían 15 y 18 años. Sin embargo, la exhumación y autopsia confirmaron que ambas tenían solo 11 años y presentaban heridas de bala en la parte frontal y trasera de sus cuerpos.
El Comité criticó la falta de una investigación exhaustiva por parte del Estado paraguayo, lo que sugiere negligencia o encubrimiento intencional.
Aunque no se encontraron pruebas suficientes para afirmar que estas violaciones son sistemáticas, el organismo instó a Paraguay a concluir la investigación con la ayuda de expertos internacionales y a reforzar su marco jurídico en materia de derechos humanos.
La voz de las víctimas y la lucha por la justicia
Durante la conferencia de prensa, Miriam Villalba, hermana de Carmen y Laura, narró cómo su familia fue víctima de persecución y se vio forzada a salir de Argentina, atribuyendo esta situación a la complicidad del gobierno de Milei con el régimen paraguayo.
Con voz firme, Miriam tildó al Estado paraguayo de "infanticida, terrorista y corrupto", acusándolo de graves crímenes.
“Llevar el apellido Villalba es sinónimo de condena”, afirmó, mientras prometía no descansar hasta que el Estado paraguayo asuma su responsabilidad y rinda cuentas por sus acciones. Su testimonio es un llamado a la justicia y un reflejo de la resistencia de su familia ante la adversidad.
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