08 Sep
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A Aysenur Ezgi Eygi las balas del Ejército israelí le arrebataron la vida en la Cisjordania ocupada cuando defendía pacíficamente la justicia. En medio del dolor, su familia y amigos honran su legado.

Llevando un keffiyeh sobre sus hombros y un cartel que reclamaba “Palestina libre” sobre los colores verde, blanco, negro y rojo, la activista turca-estadounidense Aysenur Ezgi Eygise graduó de la Universidad de Washington hace dos meses. Tenía 26 años y un compromiso férreo con la justicia. El mismo que la llevó a viajar a la Cisjordania ocupada esta semana para apoyar la causa palestina. Y fue allí, bajo un olivo de la ciudad de Beita, en medio de una protesta este viernes, que un francotirador del Ejército israelí le disparó en la cabeza. La asesinó.

Aysenur “se encontraba defendiendo pacíficamente la justicia cuando fue asesinada por una bala que, según se muestra en un video, provino de un francotirador militar israelí”, escribió su familia en un comunicado. Y añadió que su vida fue "arrebatada innecesaria, ilegal y violentamente por el ejército israelí".

También señaló que "Aysenur se sintió obligada a viajar a Cisjordania (ocupada) para solidarizarse con los civiles palestinos que siguen sufriendo una represión y una violencia constantes". "Sentía una profunda responsabilidad de servir a los demás y vivió una vida de cuidado de los necesitados con acciones”, añadió la declaración.

A pesar de los riesgos conocidos de viajar al territorio ocupado, Eygi estaba decidida a mostrar su apoyo a la causa palestina. Llegó a Cisjordania ocupada el martes para trabajar como voluntaria con el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM), parte de un esfuerzo por apoyar y proteger a los agricultores palestinos.

"Fue una activista de derechos humanos apasionada durante toda su vida: una defensora firme y acérrima de la justicia”, recordó su familia. Era "fuerte, hermosa y revitalizante" como el "olivo bajo el que yació y donde dio su último aliento”.“Se preocupaba mucho por los demás”

Durante sus años en la Universidad de Washington, donde estudió psicología y lenguas y culturas de Oriente Medio, Eygi fue un miembro activo de la comunidad. Participó en protestas lideradas por estudiantes que abogaban por la dignidad humana y el fin de la violencia contra el pueblo de Palestina.

Nilan Aydin, compañera de Eygi en el programa de psicología y quien estuvo bajo su mentoría, recuerda que ella siempre la ayudó a sortear los rigores académicos. También a acceder a las adaptaciones que ofrece la universidad para estudiantes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), una condición que ambas compartían.

“Me ayudó en todo lo que pudo. Hizo mucho por mí. Hablé con ella sobre mis metas futuras. Ella compartió sus metas futuras conmigo”, dijo Aydin a la agencia de noticias Anadolu. En ese sentido señaló que Eygi “se preocupaba mucho” por los demás.

Algo que se hizo especialmente evidente cuando las mujeres encontraron consuelo entre sí en medio de la brutal ofensiva de Israel contra la asediada Gaza. “Le hablé de lo triste que estaba por lo que estaba sucediendo en Palestina, y ella empezó a hablar de cómo los estaba ayudando, y habló de cómo se unía a estas protestas”, dijo. Y luego añadió: “Creo que lo que hizo, ir a Cisjordania (ocupada) y protestar por los agricultores palestinos allí, requirió mucho coraje. Era un alma muy valiente”.

Por eso, sostuvo Aydin, a Eygi le hubiera gustado que la recordaran como “una persona valiente que se sitúa en el lado correcto de la historia y habla de los problemas del mundo, porque mucha gente privilegiada no utiliza su privilegio para hablar de quienes no lo son”.
Eygi “tenía una vida estupenda en Seattle. Se graduó de una gran universidad. No tenía por qué ir allí, pero lo hizo, y eso requirió mucho coraje, y creo que le encantaría que la recordaran como una persona que se preocupaba por todos y una persona valiente”, insistió."Me impulsa la pasión por generar un impacto positivo"

Nacida en Antalya, Türkiye, en 1998, Eygi se mudó a Seattle, Washington, con sus padres, Rabia Eygi y Mehmet Suat Eygi, cuando tenía menos de un año. Y el activismo y la solidaridad eran la pasión con la que respiraba.

Justamente, sus perfiles en línea reflejan un compromiso con generar un efecto positivo en varios campos, desde la mentoría de estudiantes hasta la prestación de apoyo rehabilitador para niños con autismo. Lo que iba en línea con su diversa experiencia profesional.

"Tengo una sólida base en mentoría, terapia conductual y marketing, con un profundo compromiso con el servicio comunitario", escribió Eygi al describirse a sí misma en su perfil de LinkedIn.

"Mi trabajo de voluntaria me ha permitido generar un impacto tanto a nivel local como internacional... hasta ofrecer apoyo rehabilitador en comunidades con pocos recursos", escribió. "Me impulsa la pasión por generar un impacto positivo".

Eygi se unió al Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM), una organización liderada por palestinos que aboga por la resistencia no violenta contra la ocupación israelí, como observadora voluntaria.

El 3 de septiembre, llegó a la ciudad de Beita, cerca de Nablus en Cisjordania ocupada, para participar en protestas pacíficas. Tres días después, durante una manifestación, fue atacada deliberadamente y asesinada por un francotirador israelí que se encontraba en un tejado cercano, señalaron informes de ISM.

Autopsia confirma disparo de francotirador israelíEl informe de la autopsia de Eygi confirmó que la mató la bala que un un francotirador israelí le disparó a la cabeza, confirmó el sábado el gobernador de Nablus, Ghassan Daghlas.

En una declaración a la agencia Anadolu, Daghlas dijo que los resultados de la autopsia indicaron que la causa de la muerte de Eygi fue una herida de bala infligida por un francotirador, dirigida específicamente a su cabeza. Eygi fue trasladada de urgencia a un hospital cercano donde la declararon muerta al llegar.

Jonathan Pollack, un activista que estaba con ella el viernes, recordó haber oído dos disparos separados. El primer disparo impactó un objeto metálico antes de herir a un joven del pueblo en el muslo. Después del segundo disparo, se oyeron gritos de ayuda.

"Corrí hacia atrás, hacia los olivares, y la encontré tirada en el suelo debajo de un olivo, desangrándose hasta morir", contó.

"No sé cómo decir esto, no hay una manera fácil. Desearía poder decir algo significativo, pero no puedo", dijo a Anadolu una voluntaria de Movimiento de Solidaridad Internacional, quien pidió el anonimato. "Mi amiga, camarada y compañera de viaje a Palestina acaba de recibir un disparo en la cabeza y de ser asesinada por las fuerzas de ocupación israelíes. Que descanse en paz. Ahora es una de los muchos mártires de esta lucha", añadió.Una llamada horas antes de su muerte

Saif Sharabati, de 20 años, un palestino-estadounidense que vivía en Seattle, donde Eygi vivió, estudió y se casó, habló con ella apenas horas antes de su muerte. Justo cuando se preparaba para la protesta de la que no saldría con vida.

"Se estaba preparando para ir a esa manifestación en solidaridad con el pueblo palestino en Nablus. Se solidarizaba con ellos para defender su tierra", dijo a la agencia Anadolu.

“Ella me dijo: ‘No tengo miedo, pero no me siento bien. Estoy estresada’... Le dije que todo iba a salir bien. Le dije que se cuidara”.

Eygi estaba profundamente impactada por sus experiencias en la Cisjordania ocupada, según Sharabati, ya que era la primera vez que visitaba la región. La dura realidad de los puestos de control y la situación sobre el terreno la conmovieron profundamente. Había planeado visitar a la familia de Sharabati en Hebrón la semana siguiente.

"Fue valiente", dijo Sharabati. "Me contaba sus planes, sobre las visitas que planeaba hacer. Estaba planeando visitar a mi familia en Hebrón, Cisjordania (ocupada), la semana siguiente. Pero eso no sucedió porque la mataron", agregó.

Sharabati y Eygi se habían conocido unos meses antes en un campamento universitario pro-Palestina en Seattle y rápidamente se hicieron buenos amigos.

“Era increíble”, dijo. “Era muy amable. Era honesta... Era esa persona que hace las cosas desde el corazón”.

Eygi le había contado a Sharabati que era la primera vez que asistía a una manifestación de ese tipo en Cisjordania ocupada y que estaba nerviosa. Él la instó a que se mantuviera a salvo y se quedara cerca de las personas locales que conocían el comportamiento de los soldados israelíes y que sabían cómo manejar la situación.

“Ella amaba Palestina. Siempre quiso apoyar a los palestinos y su resistencia contra la ocupación israelí”, concluyó Sharabati.Una protesta multitudinaria y el pedido de rendición de cuentas

Cientos de personas protestaron el sábado en la ciudad de Seattle contra el asesinato de Eygi. Los manifestantes, que se reunieron en Westlake Park, coreaban consignas contra Israel y sostenían carteles que decían: "Aysenur Eygi, mártir por Palestina, descansa en el poder", "Justicia para Aysenur", "Hoy todos somos Aysenur" y "¡La resistencia no es terrorismo! ¡Palestina libre!".

Por su parte, la familia de Eygi instó al Gobierno de Biden a que se realice una investigación independiente sobre su asesinato.

"Acogemos con agrado la declaración de condolencias de la Casa Blanca, pero dadas las circunstancias del asesinato de Aysenur, una investigación israelí no es adecuada", dijo la familia en un comunicado. En esa línea, pidió "la plena rendición de cuentas de los culpables".

El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el asesinato de Eygi y dijo que estaba reuniendo más información sobre las circunstancias de su muerte.



TRT




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