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Se estrena Escuela Monte, documental que retrata la vida de la ciudad al campo

Este jueves 9 de mayo a las 20.30 horas se estrena en el espacio INCAA Gaumont la película Escuela Monte, de Mariano Raffo y Cecilia Cisneros. Este documental narra en 90 minutos diversas experiencias de vida de familias que decidieron dejar la vida citadina para adentrarse en la vida rural y comunitaria en Traslasierra, en la provincia de Córdoba, Argentina.
Por Gabriela Gurvich

Nacida de las propia experiencia de los realizadores, ambos se fueron a vivir allí -Cecilia tuvo que volver a Buenos Aires y Mariano permanece con su familia- Escuela Monte indaga en la relación entre los niños y la naturaleza, las dificultades que deben afrontar las familias en un contexto absolutamente diferente del que venían, la construcción de un nuevo camino de vida.

DataUrgente conversó con los dos directores quiénes nos contaron como fue la génesis de la película.

Cecilia Cisneros: El proyecto surgió de manera errática por ambos lados, yo venía registrando procesos colectivos donde no mediaba el dinero en Traslasierra, diferentes eventos comunitarios. Yo vengo de la antropología, y Mariano venía más del palo del cine documental; un amigo en común nos propuso conocernos porque teníamos muchas cosas similares, una mirada similar. Nos conocimos, nos empezamos a juntar y a los meses apareció la oportunidad de presentar un proyecto al Instituto del Cine (INCAA) a una vía digital a través de una productora de un amigo de Mariano. El proyecto ganó un subsidio chiquito para hacer el guión, con ese incentivo decidimos enfocarnos en el proceso de una escuela libre -por eso el título de la película- que estaba surgiendo allá y nos parecía muy pertinente para contar otros procesos colectivos a través de ese; pero pasó que la escuela libre terminó de armarse mucho antes de que empezáramos a rodar, entonces decidimos volver al comienzo y volver a pensar en lo colectivo, desde ahí elegimos algunos personajes como Rocío, que es uno de los personajes centrales, junto con Carmelo, que es un niño de 9 años, hijo de Mariano, que salió de la escuela libre, y nos parecía que tenía muchas características que nos servían para retratar una especie de impulso exacerbado de ganas de hacer mas allá de los recursos y de las posibilidades físicas. Ahí se empezó a perfilar esta película.

Mariano Raffo: La idea surgió en paralelo a nuestra decisión de largar todo lo que estábamos haciendo en la ciudad para irnos a vivir al medio del monte. Como veníamos de haber filmado otros documentales muchos amigos y colegas nos recomendaban «poner la cámara» para tener un registro de esa aventura. Entonces mientras vivenciábamos algunas de  las transformaciones que suponen dejar los rituales de urbanidad para adoptar los de la ruralidad, se empezaron a registrar las primeras tomas. Vivencias que se alternaban entre sorpresas y el enfrentamiento  con nuestras inexperiencias de vivir en un lugar así. La recomendación de filmar lo que vivíamos por un tiempo tuvo que ser postergada forzados por la urgencia de resolver necesidades primarias: por ejemplo la de poder refugiarse entre cuatro paredes y un techo y lograr algún tipo de estabilidad laboral. Mientras pasaba ese tiempo el bichito de filmar se hacía cada vez más irritante. En el seno familiar filmábamos algunas escenas esporádicas tipo videohome, en cambio Cecilia, que venía con otro plan, registraba parte de los numerosos procesos colectivos que se daban en el valle de Traslasierra: mingas, compras comunitarias, talleres sobre bioconstrucción, biodinámica. Entonces nos conocimos, aunamos deseos y nos acompañamos en la necesidad de juntar fuerzas y encarar la colosal tarea de hacer una película. Ambos queríamos plasmar el movimiento que veíamos alrededor, toda esa cantidad de personas que, ejectados de las grandes ciudades, pretendíamos dejar atrás exagerados hábitos de consumos culturales y materiales, estresante aceleración hacia quien sabe dónde. Y en la medida que constatábamos nuestras propias experiencias en este nuevo contexto, confirmar la intensión de desmitificar esa primera idea disparadora y romántica sobre lo que podía ser vivir en medio de la naturaleza.

Como es de esperarse la naturaleza es una de las protagonistas de la película, un personaje desafiante e impredecible, que en ocasiones trajo cambios al plan inicial de rodaje. Esto nos contaron sus realizadores.

CC:  El rol de la naturaleza en la película es muy importante, porque nos permitió narrar de manera no intelectual ciertas percepciones de haber dejado la ciudad para vivir en medio de la naturaleza, esto en relación con la música de la película hicieron un combo que nos permitió contar nuestro punto de vista sin caer en verdades absolutas acerca del proceso tan radical que vivimos los dos, que fue bisagra en ambos casos y que Mariano continúa ya que sigue viviendo allá con su familia. Entones el monte se presenta como un personaje donde depositamos también cierta tensión, tensión que viene de la ciudad, del ruido y también de un peligro inminente que acecha de muerte en la vida allá, que está muy presente en la vida de Carmelo, que varias veces tiene una relación con la muerte muy diferente de como un niño en la ciudad podría llegar a tener. Así que también es la trama poética o expresiva de la película donde nos permitimos estar en lo que llamamos un tiempo serrano, para poder sentir desde la contemplación lo que cada uno sienta con respecto a esa experiencia de irse a vivir a la naturaleza.

MR: En ese lugar -Traslasierra- la naturaleza desborda por todos lados. Es uno de los pocos sitios que quedan con bosque virgen en Córdoba, una provincia que le queda el 4% de bosque del que tenía hace 70 años. En los últimos años empeorada la situación por el avance de la soja y la voraz necesidad de afectar hectáreas a su cultivo. Para los protagonistas, en los cuales me incluyo, el bosque es cobijo, sostén, proveedor de recursos. Los que vivimos ahí sabemos eso. Por eso lo cuidamos, lo protegemos y aprovechamos a una escala respetable que no lo altere. En la película la Naturaleza o el Monte se intenta personificar, apoyado por las remarcaciones de los cambios de estación y el uso de la música especialmente compuesta por Zelmar Garin. La naturaleza es la fuerza que se opone, que nos pone a prueba, impiadosamente da y quita la vida. Por más que los adultos a los que les damos voz intenten desde el discurso buenas intenciones, siempre la naturaleza manda con sus imponderables. Entonces la necesidades básicas como abrigo, salud, techo y comida pasan a ser lo verdaderamente esencial entre los habitantes urbanos que nos vemos inmersos en ese medio rural.

Si bien aparece las voces de varios adultos, sin duda son los niños y niñas registrados en el film, los que marcan el ritmo y la dinámica interna del documental. Cecilia y Mariano reflexionaron sobre la experiencia de trabajar con niños.

CC: Fue muy pregnante la situación de filmar a les niñes, porque en la escuela libre tuvimos todo un proceso de observación de esta manera de abordar la educación, de acompañar más que enseñar en sentido estricto, la cámara se puso como un observador más, nuestro equipo era muy reducido para no condicionar la experiencia que se estaba viviendo. La trama de les niñes se va desarrollando de manera silenciosa y que hace un contrapunto muy grande con la trama del monte y la de los grandes que hablan de sus creencias, y también pretenden, quieren, desean creen, y les niñes son, y desnudan un poco todo lo que el adulto quiere y desea de manera muy salvaje, y como estes niñes no tiene una educación mediada todo el tiempo por el dinero, tienen otras experiencias cotidianas, como tiene Carmelo con sus gallinas. Lo de filmar a les niñes era mostrar todo eso que no es dicho y que es vivido en la experiencia, en el cuerpo de les niñes en relación a todo lo que estos adultos quieren dejar atrás de la ciudad.

MR: Los niños y niñas fueron muy conscientes de lo que estábamos haciendo. Ellos saben más que nosotros. No nacimos tan mediatizados como ellos.  Si querían aparecer, todo bien. Si no querían, imposible convencerlos. Directos, francos, transparentes. Creo que eso fue lo que dio tanta frescura a las escenas donde aparecen.

Las familias que dejan la vida en las grandes ciudades para adentrarse en la vida rural y comunitaria, generalmente lo hacen por una decisión familiar de cambiar de estilo de vida, escapando de ciertas cotidianidades a las que los arrastra la ciudad. DataUrgente quiso saber si el frágil y difícil momento económico que vive la Argentina también juega un papel al momento de tomar esta decisión.

 

CC: En lo personal creo que afecta y que es un impulsito más para poder hacernos cargo de que nos molesta el ruido, nos molesta la manera en que nos alimentamos en la ciudad, en la que establecemos nuestro vínculos, cuáles son nuestros objetivos; entonces que apriete la situación económica, que haya una política mas dictatorial como sentimos que está habiendo de ajuste a la gente que menos tiene, creo que hace que muchos se animen a dejarlo todo porque tampoco es que haya mucho en la ciudad para poder cultivar. En la ciudad es muy difícil tener soberanía alimentaria y allí sí se puede, entonces ayuda un poquito más a poder decidirse. Al público que nosotros apuntamos, todos aquellos que alguna vez pensaron que era viable o simplemente fantasearon con dejar todo e irse, acá tienen la experiencia de varias personas que lo han hecho, un poco la moraleja es que todas esas ideas preconcebidas en el territorio se encuentran con nuevos problemas: traer la luz, tener agua caliente, cosas muy naturalizadas en la ciudad que allá se vuelven muy pregnantes, en la decisión de cada movimiento con les niñes y la propia vida, nada es tan automático como en la ciudad.

MR: Es posible. Yo me fui con mi familia teniendo estabilidad económica y una profesión encaminada pero deseando mejorar nuestra calidad de vida y encontrar un lugar propicio para criar y educar a nuestro hijo. El ritmo, la vida cotidiana y algunos impedimentos de naturaleza material jugaban en contra en la ciudad y vimos como posibilidad la opción de alejarnos a un lugar más verde.  Sin estar muy seguros nos tiramos a la pileta. En Traslasierra el costo de vida es menor, pero las opciones de ingresos también lo son, sobre todo en situaciones de recesión como la que estamos viviendo en este momento. La vida en Traslasierra no es fácil, pero se disfruta. Es muy distinto no tener un mago en la ciudad a no tener un mango en  un medio rural. Saber que la comida, algo muy básico, no va a faltar porque podes producirla te coloca en un lugar mucho más seguro  y estable emocionalmente, aunque no podamos librarnos de todas las dependencias a las que aún estamos atados, como el petróleo para desplazarnos en esas distancias. El crecimiento demográfico del campo hacia la ciudad se dio en un momento en que el desarrollo de la industria necesitaba esa mano de obra. Hoy, cuando se está haciendo todo lo posible para destruir la industria nacional -al menos eso es lo que se viene logrando-, es posible que el camino sea el inverso: expulsión hacia las zonas rurales. Pero también hay otras razones, como la conciencia y búsquedas de otras formas de consumo, vida más sana, desaceleración consiente del consumo,  desarrollo de las comunicaciones y facilidad de acceso a bienes culturales.

Por último los realizadores de Escuela Monte nos contaron sobre el momento crítico que vive la industria cinematográfica argentina y las dificultades que enfrentan al momento de pensar la exhibición.

CC: Hay una situación de la exhibición del cine en general, pero del documental en particular que es muy frágil y delicada, no hay pantalla, no hay una política pública para que haya lugar y se vean las películas en el cine como las pensamos al momento de filmarlas. Se está hablando de que las vías documentales vayan directamente a plataformas digitales, lo cual va en contra del producto que estamos haciendo, entonces que la gente vaya la cine, que apoye, ayuda mucho. En otro momento nosotros contábamos con dos semanas aseguradas de exhibición en el Espacio Incaa del cine Gaumont, y ahora hay solamente una semana, y salvo que vaya muchas gente podemos llegar a estar dos semanas como máximo Es importante que se visibilice el conflicto porque todo el tiempo se está queriendo sacar la vía documental, que además pone en desigualdad de condiciones a los realizadores con respecto a los grandes tanques que tienen mucho dinero para invertir. No es casualidad que la nueva película Avengers tenga la cantidad de público que tiene, porque la inversión en publicidad es tan grande que es imposible que así no sea. A nosotros nos cercenan la posibilidad de multiplicidad de miradas y eso es una manera también de no hacer cultura, de ir cortando a manera de bonsái la diversidad de miradas y hace que la realidad se vuelva muy opaca.

 

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