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Macri perfecciona su campaña de marketing en favor de la DEA

Con el auge del regreso neoliberal en latinoamérica, desde aquel primer golpe blando en Honduras en 2009, pasando luego a Paraguay, Brasil, Argentina y Ecuador, la presencia imperial de los Estados Unidos en Argentina ha decidido jugar fuerte con su socio Mauricio Macri. La decisión del poder ejecutivo argentino de autorizar ejercicios conjuntos con la Task Force de la DEA y permitir la edificación de bases de ayuda humanitaria en Neuquén y Misiones sin contar con ningún tipo de autorización del Congreso Nacional, evidencian la novedosa intromisión del gobierno de Donald Trump por la «propia cara» de la ciudadanía argentina.

La llegada de Mauricio Macri al gobierno argentino, supuso desde el comienzo, la vuelta al sometimiento al amo del norte. Nunca ocultó su intención de mantener las mejores relaciones con Estados Unidos, y es así que en la última gira de la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, por ese país, se anunciaron con bombos y platillos varios acuerdos en materia de «seguridad» con los servicios de Washington.

El que más causó revuelo fue el establecimiento de una «task force» de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en la provincia de Misiones, en la triple frontera con Paraguay y Brasil.

La excusa es la lucha contra el narcotráfico -caballito de batalla de la gestión de Bullrich- y la lucha contra el terrorismo. La realidad es que ya en esa zona existe la presencia de los servicios de inteligencia estadounidenses, británicos e israelíes, que de forma encubierta operan en toda esa región.

La novedad es que ahora la entrada la harán por la puerta grande, blanqueando una situación que ya existía, pudiendo aumentar su presencia allí. El gobierno de Macri les otorga un cheque en blanco a las fuerzas extranjeras, para operar libremente en territorio argentino.


Fuente: Hispan TV

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