Llegó la misión del Fondo, que mantendrá encuentros con funcionarios del gobierno y del Banco Central desde esta misma tarde. El eje estará puesto en la discusión sobre la deuda pública y el plan económico de Martín Guzmán.
La misión del Fondo Monetario retomará los monitoreos de la economía nacional tras un paréntesis de seis meses. La última misión técnica del FMI visitó la Argentina a fines de agosto del año pasado. Los encuentros oficiales empezaron este mismo miércoles.
La misión estará encabezada por Julie Kozack, directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y Luis Cubeddu, jefe de la misión del FMI para Argentina. En un momento se especuló con que el jefe de Kozack, Alejandro Werner, también podría ser parte de este viaje. Werner está en la mira de los críticos que desde adentro del Fondo aseguran que el acuerdo stand by entre el organismo y Buenos Aires fue “mal gestionado”.
La misión del FMI estará en el país una semana. El miércoles 19 partirá hacia Estado Unidos. Al menos ese es el cronograma vigente dado a conocer desde Washington. Llega a la Argentina el mismo día que el ministro de Economía, Martín Guzmán, expondrá ante Diputados los lineamientos generales que guiarán al gobierno en la renegociación de la deuda.
El grupo que dirigen Kozack y Cubeddu tiene dos objetivos en esta visita. En primer lugar, “abordar la situación de la deuda argentina”. Los enviados quieren “conocer más sobre la estrategia” que el gobierno de Alberto Fernández está desplegando para enfrentar este problema, de acuerdo a fuentes con conocimiento del tema.
En rigor, se trata de un eufemismo ya que el FMI conoce muy bien cuál es esa estrategia ya que el ministro de Economía, Martín Guzmán, se la transmitió a la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en la reunión de tres horas que mantuvieron el martes 4 de febrero en Roma, Italia. De allí surgió la posibilidad de que el FMI aceptara una postergación de los pagos de capital pero sí de los intereses, o eventualmente la capitalización de estos, lo que abultaría aún más el monto del capital adeudado, con los mayores intereses a pagar.
La posición del FMI tiene, en principio, el respaldo del gobierno de Estados Unidos, no en la faz técnica pero sí en la política. El presidente Donald Trump dijo públicamente que colaborará con la Argentina en el tema de la deuda y una serie de señales parecen darle la derecha: el diálogo con el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, quien refirió que Trump le pidió que le transmita su respaldo al presidente argentino en este tema. Poco antes, Trump había resuelto excluir a la Argentina de nuevos aranceles a productos de acero y aluminio.
La misión del FMI también quiere “continuar el dialogo en curso sobre el programa económico del gobierno argentino y las perspectivas económicas para el país”, se dijo desde Washington. Al respecto, el Ministerio de Economía recalcó desde el inicio de la gestión de Guzmán que ese plan estará disponible una vez que esté desatado el nudo de la deuda. Eso aún no sucedió.
Durante su estadía, “el equipo se reunirá con funcionarios del Ministerio de Economía, el Banco Central y otras instituciones económicas gubernamentales”, agregó la fuente. De ser así, no habrá encuentros con economistas ni con miembros de la oposición o sindicalistas.
Multitudinaria marcha contra el FMI: «La deuda es con el pueblo»
Unas horas después del arribo de la delegación del FMI a Argentina, las calles de la Ciudad de Buenos Aires se llenaron de decenas de miles de manifestantes que expresaron su rechazo a este organismo. Frente al Congreso, se concentró la movilización más numerosa bajo la consigna «la deuda es con el pueblo».
Encabezada por la UTEP, el nuevo sindicato de trabajadores de la economía popular, junto a la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, Camioneros y algunos sindicatos de la CGT, como Dragado y Balizamiento conducido por Schmid, la movilización partió desde el Obelisco hasta el Congreso.
Allí de espaldas al Parlamento, abrió el acto una referente de Barrios de Pie (UTEP) que planteó que «no podemos pagar» y que «los movimientos sociales somos la solución para sacar adelante a la Argentina». Por su parte, el diputado nacional y referente de la CCC (UTEP), Juan Carlos Alderete, repudió la presencia del FMI «que ha saqueado al país» y dijo que hay que ir «a fondo a investigar la deuda que dejó Macri».
Marina, del MP La Dignidad (UTEP), exigió desde el escenario una «comisión investigadora de la deuda, porque es fraudulenta, se la fugaron» al tiempo que afirmó que «acá estamos los verdaderos acredores de la deuda». Juan de la CTA de los Trabajadores valorizó la unidad construida, pidió por la «libertad a todos de los presos políticos» y planteó que «el hambre no puede esperar, que espere el Fondo», concluyó.
El acto lo cerró el secretario general de la UTEP, Esteban «Gringo» Castro, quien denunció la deuda externa contraída por la última dictadura militar haciendo un recorrido histórico hasta los tiempos del «miserable» Macri, «si lo quieren silbar no tengo problema». El Gringo recordó las 6 leyes por las que pelean las, los y les trabajadores de la economía popular, exigió su tratamiento y dijo que si no hay una negociación favorable a los sectores populares no van a poder aplicarse las mismas. El dirigente nacional del Movimiento Evita dijo «vamos a respetar la negociación», pero «de ninguna manera la vamos a pagar con la sangre del pueblo» y concluyó recordando a los mártires populares que «la deuda es con cada uno de los que dieron la vida por la causa del pueblo».
Fuente de origen: Tiempo Argentino y Resumen Latinoamericano