El primer ministro de Mali, Choguel Maiga, ha declarado a la agencia rusa RIA-Novosti que Francia forma los terroristas que ella misma dice combatir.
En una entrevista concedida a RIA-Novosti y publicada el 8 de octubre, el primer ministro de Mali subrayó:
«Tenemos la prueba. En nuestra lengua hay una expresión que dice que si usted busca una aguja en su habitación y alguien, que supuestamente está ayudando, se sienta sobre ella, usted nunca encontrará la aguja. Esa es la situación actual en Mali y no queremos soportarla.»
El primer ministro de Mali recordó que las tropas francesas desplegadas en su país nunca permitieron al ejército nacional entrar en el enclave de Kidal, bastión de la revuelta tuareg.
«Yo no acuso. Lo que hago es dar hechos y que cada cual saque sus conclusiones», declaró el primer ministro maliense antes de resaltar:
«Los hechos son que Mali pidió a Francia ayuda para acabar con el terrorismo y recuperar la totalidad de su territorio. Casi 9 años después, ¿qué podemos comprobar? El terrorismo que estaba confinado en Kidal se ha extendido al 80% de nuestro territorio.»
Desde el inicio de la intervención francesa en Mali, en 2013, Francia frenó el avance de sus propias tropas para que los qataríes que dirigían a los yihadistas malienses tuvieran tiempo de ponerse a salvo.
Hoy Francia afirma que su misión en Mali es impedir que se forme un emirato islámico en el Sahel pero de hecho ha preservado la presencia de los yihadistas en la región de Kidal, donde al parecer oficiales franceses forman a los terroristas del grupo Ansar el-Din, afiliado a al-Qaeda.
En Mali existen poblaciones árabes nómadas, principalmente en el norte del país, y poblaciones negras sedentarias, fundamentalmente en el sur. Después de un siglo de esclavismo, el único dirigente africano que favoreció un acercamiento entre las poblaciones árabes de su continente y las poblaciones negras fue el Guía libio Muammar el-Kadhafi. Pero el derrocamiento de la Yamahiriya Árabe Libia por parte de la OTAN y de los yihadistas reactivó el conflicto entre esas poblaciones, igualmente africanas, sumiendo Mali en la guerra. De hecho, la definición misma que hoy reivindica París de la misión militar francesa en Mali deja la puerta abierta a la preservación del yihadismo entre los árabes africanos nómadas.
Hasta hace poco, los militares franceses que dirigían fuerzas yihadistas en Qatar, en Libia y en Siria no dependían del estado mayor de las fuerzas armadas francesas y sólo recibían órdenes directas de la presidencia de la República. Hoy se desconoce el estatus actual de ese personal.
Según el medio argelino Algérie Part, Argelia se plantea la posibilidad de financiar la cooperación de un millar de ex militares rusos, ayuda que Mali supuestamente estaría negociando en este momento.
La agencia británica Reuters afirmaba recientemente que una entidad rusa, que los medios occidentales llaman «grupo Wagner» estaría pidiendo 9,15 millones de euros mensuales por entrenar a las Fuerzas Armadas Malienses (FAMa) y garantizar la protección de algunos altos dirigentes, lo cual explicaría las fuertes contradicciones de las últimas semanas entre los gobiernos de Francia y Argelia y los rumores de alejamiento de Estados Unidos de esa región de África.
En todo caso, el 17 de octubre, el primer ministro de Mali Choguel Maiga desmintió que su gobierno esté negociando con el «grupo Wagner».
«Son los medios franceses los que hablan de Wagner. Yo no conozco ningún Wagner. Son rumores. El día que lleguemos a acuerdos con algún país, los haremos públicos», subrayó el jefe del gobierno maliense.
Fuente de origen: Red Voltaire