Se cumple una década de las operaciones militares, sociales y mediáticas en Siria por parte de Estados Unidos y sus aliados en Medio Oriente.
La politóloga y periodista sirio-argentina Tamara Lalli explicó en #RadioLeaks que «no hay un solo motivo» para esta guerra, aunque pesan los objetivos económicos y la posición estratégica del territorio árabe.
“No solo los gobiernos, sino que el destino del pueblo sirio quedó siempre vinculado al destino del pueblo palestino. Hay una cuestión no solamente de solidaridad, sino de identidad, Siria es como un hermano mayor. Ha sido vista como por los distintos pueblos de la región como la madre de todos” comentó Lalli.
Mirá la entrevista completa:
Siria también es uno de los países con grandes reservas de petróleo y que ocupa un lugar importante físicamente para el transporte del mismo y sus derivados, además de ubicarse en un gran paso del comercio. Asimismo, era uno de los países más prósperos en Medio Oriente previo a la guerra.
«Trump antes de terminar su mandato lo dijo claramente: «Vamos a quedarnos ahí para cuidar el petróleo», como si ellos lo cuidaran mejor que los mismos sirios», y por lo tanto hay «toda una cuestión económica, geopolítica».
Por otro lado, Lalli remarcó que «hay un divorcio muy grande entre los pueblos y sus líderes» sobre todo en las Monarquías petroleras. Siria fue uno de los siete países que creó la liga de Estados Árabes, de la que fue expulsada hace 10 años.
Sin embargo, y aún en esa situación, compartió con el Líbano oxígeno para el tratamiento de casos de coronavirus, «y nosotros los sirios los aplaudimos» comentó Lalli. Esto se debe a la cuestión identitaria y a la solidaridad con los países árabes.
«La resistencia a la guerra es una cosa, pero la resistencia al hambre es otra cosa. Si vos querés denigrar a un pueblo, hambrealo, sacale el pan de la boca. Es terrible lo que hacen con Siria y las sanciones económicas denigran a todo un pueblo. Siria tenía una sólida clase media y había mejorado radicalmente su vida y de repente pasar a tener hambre es una realidad que quiebra».